Maestro de la Seducción - Marichat / Adrinette

Capítulo 21: Nada Especial

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Félix no sabía qué decirle a la hermosa chica frente a él. Miles de cosas pasaron por su mente pero no encontraba una excusa razonable para hablarle. Una sola cosa era segura, Félix Graham de Vanily ya no se quedaría de brazos cruzados viendo cómo alguien más se adueñaba del corazón de Marinette.

Marinette le regaló una sonrisa que lo sorprendió. Lo tomó de la muñeca y lo llevó entre la multitud, él simplemente la siguió y pronto llegaron al jardín, en donde se podía respirar el aire fresco de la noche.

- Listo. Aquí puedes esconderte de Lila un rato. - Le dijo la ojiazul como si hubiera logrado una gran hazaña y Félix la miró con ternura. Esa chica realmente no tenía idea de lo que él sentía.

- Gracias. - Dijo Félix con las manos en sus bolsillos y gesto tranquilo.

- No fue nada... Te dejaré solo, debes querer estar solo. - Dijo con incomodidad y cuando intentó alejarse, la voz del rubio la detuvo.

- Espera.

Lo miró.

- Quería... - Las palabras no lograban salir y se preguntó por qué le resultaba tan difícil pedir una disculpa. - Sobre lo que dije la última vez... Sólo olvídalo.

- ¿Olvidar qué exactamente?

- Todo lo que dije.

- ¿Eso quiere decir...

- No me molestas, era yo quien estaba molesto sin razón.

Marinette cruzó los brazos y lo observó con atención, frunciendo el ceño.

- ¿Ese es tu mejor intento de disculpa?

- Yo...

- Está bien, lo acepto. ¿Amigos? - Le ofreció su mano y Félix dudó al estrecharla. La mano de Marinette junto a la suya le provocaba una sensación extraña. Quería tomarla y nunca soltarla.

- Amigos. - Le dijo finalmente.

Marinette se sintió muy feliz al darse cuenta de que el señor Iceberg comenzaba a ser un poco menos frío. Pensó que sus personalidades encajaban a la perfección para tener la mejor de las amistades, él es solitario, frío y franco, mientras ella siempre está buscando compañía, es cálida y solidaria. Mucho de una cosa siempre hace daño, así que se ayudarían mutuamente a mejorar ahora que compartían tantas cosas juntos, como a Adrien, las clases de esgrima, la universidad...

- Aquí estás. Te busqué adentro pero no te vi. - Le dijo Adrien a su novia mientras se acercaba a ellos y veía cómo se soltaban de las manos.

- Ayudé a Félix a escapar de Lila. - Le dijo la peliazul con un gesto de victoria que hizo reír a su novio.

- Debiste negarte si no querías acompañarla, primo.

- ¿En serio? ¿Así como te negaste a acompañar a Chloe hace un momento?

Adrien sintió vergüenza y acarició su propio cabello con nerviosismo.

- Bueno... Supongo que es difícil negarse. - Concluyó.

Desde adentro se escuchó el llamado a la pista de baile para comenzar el baile de despedida. Claramente Marinette y Adrien bailarían juntos, así que Félix sólo se resignó a hacerlo con su pareja.

- Parece que debo volver con Pinocho. Con permiso. - Les dijo y se retiró.

Adrien lo vio alejarse con algo de curiosidad. Su primo y Marinette parecían llevarse mejor nuevamente, pero algo entre ellos continuaba molestándolo.