˗ˏˋ♟️ˎˊ˗LITTLE PISTOL! CHAPTER THIRTY! 彡↬❵ ⚠ Doomed Death Live in concert, 1986 「Muerte condenada en vivo en concierto, 1986」
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APENAS EL GRUPO KRUGER SE FUE, El grupo Voorhees que estaba conformado por Dustin, Jordan y Eddie se pusieron manos a la obra, pues no había tiempo para perder.
Con una pinzas arrancaron una de las cercas de uno de los vecinos del pelinegro, estaban en otra dimensión en el fin del mundo dónde la ausencia de humanos era más que notable, no la habían a necesitar.
Dustin rebuscó casa por casa tablas de lámina o metal que pudieran servirles, debían reforzar el remolque de Eddie para evitar que los Demobats, como Dustin los había nombrado, entrarán, pues si lo hacían era posible que también llegarán a nuestra dimensión por el mismo hoyo por el que ellos habían ingresado.
Después de tal vez una hora y media de trabajo terminaron. El trío miró muy orgulloso su creación. —Nada mal— admitió Eddie con una sonrisa. —Para nada— Dustin lo miró de la misma forma.
— ¿Están listos para la parte divertida? — Jordan se cruzó de brazos y caminó de regresó a la casa, pues antes que nada debía desarmar su batería y ponerla en el techo del remolque... Cuando decían que iban a hacer ruido no estaban bromeando, iban a mostrarle a Vecna el poder del trash metal.
Ingresaron de nuevo a la casa y se dirigieron a la habitación de Eddie dónde se supone, estaban sus instrumentos o en este caso, armas de guerra.
El corazón de Eddie se detuvo apenas abrieron la puerta. —Ay, Dios mío santo— dijo en un tono casi hipnotizado. Dustin rió. —Es casi... Como si estuviera destinada a otra dimensión—. A pasó lento camino a la parte de su habitación donde Sweetheart, su guitarra estaba exhibida. La emoción se apoderó de su cuerpo al ver que era el único objeto que las vides no habían reclamado como suyo.
Miren, les voy a decir un secreto, la verdad es que Eddie no creía en la causa y efecto, mucho menos en el destino, pero si tuviera que darle una explicación a la posición y condiciones de su instrumento, sin lugar a duda diría que era el Universo llamándolo, diciendo que era su momento.
— ¿Qué dices, ojos muertos? ¿El mejor dueto de metal jamás visto por la humanidad está de regreso? — Cerró el puño y lo estiró había su amigo que buscaba la forma de quitar las vides del pedal de su batería sin alertar a Vecna de su presencia.
Sonrió de oreja a oreja y correspondió el choque. —Muerte condenada nunca murió, Eddie—. Un escalofrío recorrió la espalda del pelinegro al escuchar el viejo nombre de su banda.
