Capitulo 1

314 6 1
                                    

Oye, ¿ya te vas?

         -Sí.

         El sonido metálico de la hebilla del cinturón se entremezclaba con el silencio de la habitación aún oscura. 

         -¿Por qué? Si quieres puedes quedarte aquí y pasar la noche. 

         -No. 

         La expresión extrañada e indignada.

         -Oye tío, hace unas horas eras todo un encanto pero en este momento te estás comportando con un verdadero idiota. 

         -Muy interesante ¿Necesito alguna llave para salir?

         Luís salió del piso y caminó unos pocos pasos hasta encontrarse con las puertas del elevador. Aún podía ver en su cabeza el rostro de ira que se le dibujó a la amante de esa noche. Pero no le importaba, en lo más mínimo. 

         La había conocido en un bar la noche anterior. Le gustó cómo se veía el vestido rojo, el cabello rubio largo, las piernas largas y torneadas, y aquel escote profundo. Lo pensó varias veces antes de acercarse y, para darse un extra de motivación, tomó un trago. Ella estaba sola pero parecía que estaba esperando a alguien. A él le dio igual, su meta era descubrir los placeres que había detrás de ese vestido tan ajustado y sexy. 

         Al estar cerca, no se le ocurrió una frase interesante para ligar así que se aventuró a lo que estaba acostumbrado: buscar alguna referencia que lo ayudara en lograr lo que quería.  

         -¿Conoces de qué se trata la Teoría del Color? –Dijo él con serenidad

La chica no sabía qué responder, miró hacia atrás pensando si se trataba de otra persona pero no, era ella. 

         -¿Perdón? 

         -Bueno, te cuento. La Psicología del Color habla sobre la connotación pues, de los colores.  Verás, al parecer, los colores tienen un significado en sí mismos. Aunque, claro, eso también depende del contexto que tenga y la sensación que genere. Por ejemplo, estás vestida de rojo y ese color tiene muchos significados. ¿Sabes a lo que me refiero?

Ella había pasado del malhumor al genuino interés y quiso saber más de este hombre con aspecto duro e intimidante. 

         -Creo saber a lo que te describes. Vi en un comercial que el rojo tenía que ver con el romance o algo así. 

         -Exacto. ¿Te sientes romántica hoy?

         Rió y comenzó a tocarse el cabello. Luís supo entonces que ya estaba por buen camino. 

         -Puede ser. De hecho estaba esperando a alguien y creo que me han dejado plantada.

- Es terrible, terrible. Pero creo que tienes oportunidad de cambiar esa situación si aceptas un trago. ¿Qué dices?

         -No lo sé. ¿Qué sensación te genera el color de mi vestido?

         -Es cuestión de cómo vaya la noche. 

         Los dos dejaron la barra para atrincherarse en una mesa lejos del ruido y de los cuerpos que bailaban. Luís cada vez más quedaba como el tío encantador e inteligente y la mujer inclinaba su cuerpo hacia él.

         Se fueron a las horas y terminaron comiéndose mutuamente sobre la cama ancha y larga de la rubia del vestido rojo. 

         No obstante, a Luís no le gustaba darle largas al asunto y, luego de terminar, se encontró aburrido y ansioso de irse. 

Suplicame EsclavaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora