Yo cumpliré tu deseo...

Capitulo 9

Sus miradas se habían cruzado, diciéndose más de lo que podía con palabras, desencadenando algo más fuerte que ellos mismos.

Y ahora. . .

~ Ahh Naruto. . .

Un dulce gemido había escapado de los labios de la pelinegra, quien arqueó la espalda mientras cerraba los ojos.

Esto era un tanto morboso, pero un placer delicioso también.

Agradada, Hinata enterró sus dedos en el cabello Rubios de su esposo. Pero apenada, dijo su nombre en un vano intento por detenerlo.

~ Naruto, e-eso es de Boruto.

Naruto sonrió al escucharla.

Succionando una última vez el pezón derecho, buscó los labios de la hermosa mujer.

~ Sabe bien!

Le decía él entre besos, provocando que las mejillas de la mujer ardieran en rojo.

~ Pervertido!!

El muchacho rio feliz y divertido mientras estrechaba la pequeña cintura de su esposa.

Boruto ya tenía cuatro meses y esta era la primera vez que hacían el amor después de tanto tiempo. Y en todo ese tiempo, Naruto le había sido completamente fiel a Hinata. Porque ahora, en su cuerpo, mente y alma solo existía Uzumaki Hinata y ninguna otra.

Cualquier otra chica, incluso alguna con las que ya había estado, fue rechazada.

Era más de medio año de abstinencia y por supuesto que el rubio estaba ansioso, desesperado por tener sexo con su mujer.

Fue repentino.

"Sinceramente no esperaba que pudiese hacerle el amor de nuevo."

Pensaba Naruto mientras llenaba de besos el rostro de su esposa.

Fue intenso, fue hermoso, pero no estaba cansado, oh no, tenía muchas energías y su deseo por la pelinegra era inextinguible, así que simplemente volvieron a empezar.

Las manos de Naruto iban y venían por la piel de la chica, quemándola, moldeándola; los suaves suspiros ya no eran suficientes y pronto las respiraciones se tornaron agitadas, dándole al chico los jadeos que de ella adoraba escuchar.

Naruto se aferró a las caderas de su Hinata; mirándola intensamente, le sonrió. . .

~ Recuperaste tu hermosa figura. No. . . estás más hermosa. . . ¡algo creció desde la última vez!

Tras decir esto, el muchacho apretó la abundante carne que sostenía la espalda de la joven, mientras atrapaba nuevamente entre sus labios uno de los pezones de la joven, bebiendo la leche materna.

~ ¡Naruto, eres un pervertido!

Ella jadeó, si lo que quería era quejarse, entonces era una mala actriz porque se dejaba hacer al tiempo en que gemía llena de placer.

La temperatura en la habitación había vuelto a subir, sofocándolos a ambos y haciéndolos buscarse mutuamente.

Fue así como, por segunda vez en la noche, Naruto tomó su lugar entre las piernas de Hinata.

Mirándola con ternura, le confesó que sería muy feliz si pudiese estar así con ella por siempre. Ella se sorprendió ligeramente con las palabras de su esposo, aun cuando habían compartido la cama tantas veces, nunca hablaban de sus emociones o de cómo se sentían uno con respecto al otro.

Hinata iba a preguntarle algo, pero el rubio no le dio tiempo, pues empujó las caderas, penetrándola casi hasta el fondo de una sola vez.

Era fácil, esta era la segunda vez en la noche, así que su miembro se deslizaba suave y tranquilamente en la cálida y húmeda vagina de su bellísima amante.