Monsters | Winrina

Capítulo 8

"Estoy enamorada de un chico".

Haeun, la hermana pequeña de Karina y el amor innegable de su vida por los siglos de los siglos -esta última parte dicha estrictamente por la propia mujercita-, irrumpió en la sala balanceando sus manos alegremente.

Karina, que estaba tirada en el sofá con migraña, miro a su hermana y puso los ojos en blanco.

"¿Cual es su nombre?"

Haeun se sentó con las piernas cruzadas sobre la mesa de café y Karina estaba demasiado irritada como para importarle.

"Su nombre es Alex y es tan, tan, tan lindo".

"¿Qué tiene de lindo él?"

"Es el que mejor pinta de toda la clase y me deja comer de sus papitas cuando no quiere más. Es perfecto".

"Me alegro por ti, Haeun".

"¿Has amado a un chico?"

"Amo mucho a papá, lo sabes".

Haeun se rió lindamente. "¡No tonta! Papá no es un chico, es un papá".

"Entonces nunca he amado a un chico."

"¿Nunca has estado enamorada?"

Karina suspiró en los cojines del sofá. Su cabeza le estaba palpitando y se sentía excepcionalmente vulnerable considerando los eventos que ocurrieron en su habitación hace una hora. Había sido un día tan largo y todavía no podía creer que todo eso haya sucedido.

"Sí lo he estado."

Haeun se levantó de la mesa con una mirada emocionada en su rostro. "¿De quien?"

Parecía tan interesada en eso que Karina desearía estarlo también.

"Alguien."

Haeun se quejó. "¿Quieeeen?" La chica más joven preguntó mientras saltaba.

"Alguien."

"¡Se lo diré a mamá!"

"Ella ya lo sabe".

-

"¿Sabes lo que vas a decir?"

"No."

"Winter."

"Somi".

"Pensé que ayer te habia aclarado la mente".

"¿En serio?"

Somi se golpeó la parte posterior de la cabeza y rodó los ojos.

"Simplemente acércate a ella y sé como", Somi se encorvo, y metió sus manos en sus bolsillos y asintió con la cabeza como si fuera un matón, "Hola, Karina, te amo ¿Ves esa puesta de sol? Corramos hacia ella".

"¿Por qué querría que corriéramos hacia el sol?"

Somi pisoteo indignadamente. "Se supone que es romántico".

"Por cierto, no hablo ni me veo así."

"¡Ese no es el punto! ¿Por qué estás haciendo esto mucho más difícil de lo que tiene que ser?"

Winter se inclinó hacia delante y apoyó la cabeza contra el interior de su casillero, dejando que sus quejidos y suspiros vibraran contra las paredes de metal.

Somi la observó con ojos indiferentes, apoyada contra el casillero a la izquierda y sacudiendo la cabeza. Se puso de pie cuando vio a la pelinegra caminando hacia ellas, dirigiéndose a su propio casillero.

"¡Hola, Karina!"

Karina la miró de forma extraña pero rápidamente sonrió.

"Hola, Somi".