Monsters | Winrina

Capítulo 11

"Cuéntame sobre ti. Cualquier cosa que se te ocurra. Quiero saber todo acerca de ti."

Karina y Winter estaban tumbadas de espaldas ahora, sus ojos se habían ajustado a la oscura noche y a las brillantes estrellas. Sus dedos estaban entrelazados libremente entre ellas: Winter tenía las piernas dobladas a la altura de las rodillas, balanceándolas de un lado a otro; Karina tenía ambas piernas extendidas, sus pies temblando de vez en cuando.

La pelinegra no perdió tiempo en responder a la pregunta de Winter.

"Odio la escuela. Todos piensan que solo porque trabajo duro significa que me encanta, pero siempre siento que me estoy ahogando en ese lugar. Quiero ser escritora, y supongo que eso requiere algo de educación o lo que sea, pero solo quiero escribir sobre el mundo y no veo el mundo en un salón de clases, ¿sabes?"

Winter respiró hondo y dejó que el silencio se asentará. Después de un minuto, Karina volvió a hablar.

"Ojalá fuera buena en los deportes. Es algo tonto, pero la gente generalmente se burla de mi falta de coordinación y me dan muchas ganas de tener algo solo para demostrar que están equivocados. Odio ser inferior".

"Odio los aguacates. En serio. Quiero erradicarlos como la peste bubónica, lo juro por Dios".

"Mi mamá siempre, siempre, sin culpa, me pide que saque la basura cuando estoy viendo una película. Es tan molesto, y cada vez, sin culpa, le doy cinco dólares a Haeun para que la saque por mí. Mi mamá no lo sabe y es mejor que no se lo digas."

Le dio un codazo en el hombro a Winter juguetonamente y la chica se rió tiernamente.

Después de unos dos minutos de silencio, Winter creyó que Karina había terminado de hablar, pero luego se desahogó en silencio.

"Soy súper insegura con mi cuerpo. Nunca tuve una razón importante para tenerle miedo al sexo. Quiero decir, ni siquiera lo llamaría miedo, solo precaución, supongo. Realmente no me gusta hablar de eso porque la gente no entiende o piensa que solo estoy buscando cumplidos porque aparentemente soy súper bonita para todos, pero eso no es todo. Sin embargo, me haces sentir muy cómoda conmigo misma. Es casi como si ni siquiera estuviera teniendo sexo con mi cuerpo porque lo siento todo en mi corazón".

Winter apretó su mano tan amorosamente como pudo, girando la cabeza para ver la forma en que Karina miraba las estrellas pero realmente no las veía.

"Eso fue tan patético". Dijo la pelinegra con un movimiento nervioso.

Se rieron suavemente y se quedaron en silencio hasta que Karina giro la cabeza para mirar a Winter con una sonrisa y con los ojos llorosos.

Winter acurrucó su rostro en el cuello de Karina. "Eres la persona más hermosa que jamás haya existido. Incluso las personas que aún no han nacido no tienen ninguna oportunidad. Y gracias. Gracias por confiar en mí".

Karina estaba jugando con sus manos libres ahora, disfrutando de como Winter se presionaba contra ella. Se aclaró la garganta nerviosamente.

"Yo-um, también tengo algo que quiero decirte. No sé si es apropiado pero-"

"¿Qué es?" Winter susurró suavemente, interrumpiendo a la chica antes de que comenzará a divagar incontrolablemente.

"Te amo."

"No."

Karina, que estaba extremadamente nerviosa por proclamar su amor por la rubia, se sentó cuando la chica respondió con inexpresividad.

"¿Que?" Dijo medio enfadada y medio insegura. Winter captó su mirada rápidamente y la tranquilizó.

"No, quiero decir, yo también te amo, obviamente, pero se suponía que no debías decirlo primero".