5

1.9K 191 17
                                    


 Suspire y me pase una mano por el cabello, un habito que había adquirido por que aparentemente era un gesto que las personas normalmente hacían cuando se encontraban en una situación estresante, era común que tuvieran manierismos inducidos por los nervios

El lenguaje corporal que mostrara frente a él iba a ser lo que definiría mi futuro cercano, tenia que verme lo suficientemente débil como para forzarlo a ayudarme, lo sufrientemente avergonzado como para que no mencione el tema en lo pronto pero competente como para no necesitar que pidiera ayuda a algún profesor o miembro del personal

Resignando negué con la cabeza y extendí mi otra mano para aceptar su ayuda, la palma de su mano tenia una textura suave, aunque lo más importante fue lo agradablemente fría que se sentía en contraste conmigo

Me ayudo a ponerme de pie, sus ojos mirándome de manera tímida y sonrojándose

Vagamente pude reconocer a los músculos bajo su ropa, me estaba cargando y no era un peso ligero precisamente

Apenas me dio tiempo de ponerme en pie y tambalear un poco porque al segundo siguiente ya estaba siendo abrazado para de manera inmediata ser cargado, mi cabello se aplasto contra su pecho y de manera distante reconocí los latidos de su pecho

Entre tartamudeos me pregunto bobamente a donde iba, acto seguido negó con la cabeza con mucha fuerza y se rio forzadamente

Planeaba decir algo pero teniendo en cuenta mis pobres habilidades sociales, expresivas y que en general hasta ahora no había llegado a decir tan siquiera una frase completa para recibir su ayuda opte por quedarme callado, de todas manera seria extraño si hablo con mi tono de siempre, neutral y plano, no iría a acorde con la imagen que debo de interpretar ahora

-mhmm, este Ayanokouji-san, estabas... umm ¿tu celo se adelantó porque estabas con alguien?- para cuando pronuncio las ultimas palabras ya no estaba caminando tranquilo hacia los dormitorios, ahora estaba cerca de correr

Parpade un momento y fruncí el ceño, tuve que reprimir las ganas de protestar, todo desde esta mañana había sido diferente a lo que podría haber previsto, con el pensamiento una sensación extraña inundo mi pecho, se sentía burbujeante, pero no se parecía en nada a las burbujas suaves que conocía, se parecía más a que hubiese puesto libros pesados en mi estomago y el peso se expandía hasta tener el sentimiento de estar hundiéndome y que eso comenzara a arder lentamente sobre mi pecho

-¡ah!, no quise- yo-yo no quise sonar así ¡lo juro! Yo sol- le tuve que tapar la boca con la mano, mientras hablaba había escuchado pasos y el sonido de algo arrastrarse

Hirata detuvo su andar y bajo la cabeza, su cabello rubio le daba un halo dorado que tenia brillos un tanto cegadores por lo que entrecerré los ojos y le hice señas para que escuchara

Parecido captar la indirecta de manera lenta, él esperaba que hablara, pero como solo me quede en silencio y señale hacia una dirección el no demoro mucho en captar el sonido también

Nos escondió detrás de una pared cuando el sonido se intensifico, poco después paso un trabajador con un trapeador, estaba con audífonos y se movía sin gracia imitando algún paso de baile mientras estaba encerando los pisos

Esperamos hasta que doblo en una esquina para continuar

Los siguientes minutos pasaron en un silencio que para mi fue relativamente bueno, pude organizar mis ideas, aunque a juzgar por la forma en la que el rubio mordía su labio y clavaba sus dedos levemente en mi puedo decir con seguridad que estaba bastante incomodo

Con la mirada fija en el frente todo el resto del camino pude notar como nos acercábamos al ascensor y cuando estábamos esperando a que sus puertas se abrieran note mi reflejo distorsionado

¿Omega? ΩDonde viven las historias. Descúbrelo ahora