7|Una semana.

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7|Una semana

7|Una semana

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—Necesito regresar ahí dentro —le informo a Hanssen. Las costillas me duelen y mi respiración sigue agitada —. Por favor.

—¡¿Qué?! No, de ninguna manera, Mako. ¡Mira cómo te han dejado!

—Fueron los soldados —trago saliva con dificultad —. Es por eso que debo regresar, necesito saber el porqué de su molestia, no me quedó claro y saber... lo que soy.

Hanssen se gira desde el asiento del copiloto mirándome con una ceja arqueada. Estamos dentro del camaro y me siento feliz reencontrarme con Astro a pesar de la situación.

Intuyo que debemos estar a unos metros de la organización, Hanssen no ha encendido el motor y estamos escondidos entre espesos arbustos como camuflajes.

El cuerpo me arde, pero sorprendentemente el dolor cada vez es mínimo en algunas partes de mi cuerpo y es raro. Con la paliza que recibí, pude quedar inconsciente, casi muerta.

—No lo permitiré, estás lastimada y lejos de ellos —suspira —. Nos iremos en unos minutos, debo asegurarme que no nos hayan seguido.

—¿Cómo lo lograste?

—Tengo mucho que contarte, mariposa. Logré sacarle información a un retenido de Monarca —le veo llevar una mano hacia su cabello. Su voz sale ronca y en un susurro.

—¿Y luego que hiciste con él? —intento sostenerme de los hombros del asiento del copiloto para sentarme —. Hanssen, respóndeme.

—¿Por qué crees que hice algo?

—Solo fue una pregunta, no tienes por qué ponerte así de raro —apoyo la sien derecha y le miro de soslayo —. Hanssen.

—Dime, Mako.

—Confía en mí, ya estaba trabajando mi confianza con los científicos para encontrar una respuesta a quien demonios soy. No viste lo que sucedió ahí... y... ¡maldi... agh! —mi mano se va en automático a mis costillas que he sentido como se han estirado —. Sina tiene que venir.

—¿Sina?

—Es... una conocida.

—No podemos confiar en nadie, Mako —suelta las palabras con voz gelida —. Fue un error fiarse de Iván, el maldito siempre estuvo desde un principio con Monarca y apenas pudimos salir con vida.

Presiono los labios con fuerza para no soltar una letanía de groserías. En mi mente viene el rostro de Ringo y puedo imaginarme como debe sentirse, lo extraño.

Pero esto no puede detenerme, no cuando estoy cerca de la verdad. Solo necesito que desbloqueen mis memorias. Por otra parte, todavía no puedo contarle toda la verdad a Hanssen, no quiero que se espante, así que por ahora lo mantendré secreto.

Un secreto prohibido #2 (Act. Lentas). Donde viven las historias. Descúbrelo ahora