En una noche de olvido

85 2 0
                                    

Te amé una noche de invierno,

te amé como jamás pensé amar a nadie.

Pensé que fuiste mio entonces,

creí que fui tuya por un momento.


Nuestras manos se entrelazaron un instante,

mi corazón quiso creer que fue para siempre...

te amé como jamás había amado,

te amé como pensé que no estaba permitido.


Una sonrisa bastaba para perdonarlo todo,

tu silencio y melancolía me decían que me querías;

fui ingenua y creí en cada cosa que decías,

fui ciega, no vi tus mentiras...

fui tonta, porque las creía.


Te amé cuando dormí en tus brazos,

queriendo que no me soltaras nunca...

pidiendo a Dios porque esa noche sea interminable,

sin saber que era a otra a la que querías.


El reloj marcó las cuatro, las estrellas aún se veían.

Sentí tu corazón en mis manos

y eso se convirtió en mi vida.

Aún cuando en el fondo era consciente que no era a quién veías.


Te amé por los besos que no me diste,

por los sueños que compartíamos,

por las veces que preferiste mi nombre,

por todo lo que me decías...


Ahora solo queda el frió de este invierno

y el recuerdo de ese día.

Ahora solo queda todo en mi memoria

y fingir por un día que de verdad me querías.


Gracias por todo lo que no me diste,

por el amor que no me brindaste,

por todo aquello que un día prometiste y hoy se convierte en un nada...

gracias por ser quien fuiste...

porque amé esa mentira...


Y al son de una vieja canción me despido,

una canción que es cálida,

no como tu corazón frío y vació,

no como tus mentiras y mis gritos de auxilio...


Nada como el olvido... que se cobija en este frío,

triste, lento y vacío.

Entre sueños y pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora