─ No estoy muy seguro de que quieras volver, Sunggie. ─balbuceó con inseguridad el coreano por el teléfono─ Allá en Japón debió de irte muy bien. Aún no entiendo porque vuelven a Corea.
Jaemin hablaba por teléfono con el menor, mientras caminaba hacia su escuela.
Escuchó cómo Jisung bufó ofendido y a la vez divertido.
─ ¿No quieres que vuelva? ─preguntó burlón─ Ah, ya sé qué es lo que sucede. ─dijo riendo─ ¡Tú no me extrañas, maldito estúpido! ─fingió indignación.
Jaemin rodó sus ojos. Suspirando de fastidio.
─ No digas ridiculeces, tonto. ─escupió enojado─ Obvio que te extraño, no te veo desdé que estábamos en cuarto grado. Ni siquiera he visto una foto tuya ni nada. Nunca me llamas por video, maldito engendro. ─soltó.
El menor rió con gracia.
─ Sí, sí. Ya mañana me verás. Ten paciencia, ¿Sí? ─dijo.
Jaemin oyó sonidos y voces de fondo, más una risa suave de su mejor amigo.
─ Nana. ─llamó. Haciendo asentir al mayor, para que hablará─ Mamá dice que nos esperes en el aeropuerto mañana, porque quiere ver tu sonrisa de conejo. ─se burló.
El rostro de Na se volvió ofendido.
─ Dile a tu mamá que allí estaré, sólo porque quiero reírme de su voz de ardilla. ─respondió en defensa. Escuchando un grito femenino por la línea del celular. Haciéndolo reír.
─ Está bien, debo despedirme para ir a la escuela. ─dijo el menor con tono triste─ Hoy me despido de mis amigos y mis fans. ─rió, haciendo rodar los ojos de Na─ ¡Adiós, tonto! Nos vemos mañana en la tarde, que te vaya bien en la escuela y cuídate mucho. ─colgó, sin dejar que el contrario logrará despedirse.
─ Nos vemos, imbecil. ─sonrió, guardando el dispositivo en el bolsillo de su pantalón y adentrándose a su instituto.
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Mientras guardaba las cosas en su casillero. Sintió cómo alguien lo empujaba, ocasionando que golpeé su cuerpo frontal con el fuerte metal de la puerta de su casillero. A la vez que los libros que tenía en sus brazos cayeran al suelo. Haciendo un ruido estruendoso, llamando la atención de varios estudiantes que pasaban por el pasillo. Dejando todo el lugar en silencio.
Sus piernas se doblaron un poco por el golpe. Cayendo de rodillas.
─ ¡Ten más cuidado, idiota! ─el fuerte grito de Jaehyun, hizo que agachara su cabeza.
Se encogió en su lugar. Avergonzado por sentir todas las miradas encima de él.
─ L-lo siento.. ─murmuró suavemente al chico.
Jaehyun bufó irritado.
─ ¡No te escuché, estúpido! ─volvió a gritar. Haciendo que el de apellido Na temblará.
─ Lo siento m-mucho, debí tener m-más cuidado. ─elevó un poco la voz, siendo oída por el chico y el pasillo completo por el gran silencio que había allí.
Algunos miraban esa escena estupefactos y otros confundidos.
¿Por qué pedía disculpas? Claramente el chico lo había empujado a propósito. Y eso hasta Jaemin lo sabía, pero era preferible guardar silencio.
Jung lo miró mal y siguió caminado, junto a otros dos chicos.
Uno más bajito se quedó de pie, mirando fijamente al coreano en el suelo. Dio un pequeño paso, dispuesto a ayudarlo.
─ Renjun, vámonos. ─ordenó Jaehyun al bajito, interrumpiendo las acciones del bajito.
El chico miró triste por última vez a Jaemin, caminando con los otros tres chicos.
Todo eso había sido observado por Jaemin de reojo.
Suspiró en su lugar. Levantando todas sus cosas y parándose. Cerrando rápidamente su casillero y corriendo al patio de su escuela.
Logró evitar que los estudiantes a su alrededor vieran la vergüenza reflejada en sus oscuros ojos cristalinos.
Pensó un poco en positivo. Ya vería a Jisung.
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