FAT ;; JiChen ;;

07

• ꒰ a new jisung ꒱ •

Quizás sí había comido un poco.

Pero tenía su justificación. No iba a dejar tirado algo que alguien le había comprado con tan buenas intenciones.

Donghyuck era tierno, y el pan dulce con la cajita de leche de almendra qué le había comprado, sólo era un signo más de su ternura.

Sonrió con dulzura al ver cómo el moreno le sonreía feliz al mirarlo comer de apoco lo que le había dado.

─ Sí, Donghyuck. Ya vimos que al fin tienes dinero propio. ─se burló Jaemin al ver cómo el moreno de dejaba de mirar a su amigo.

Jisung escuchó un chasquido de lengua, viendo al coreano con cara de pocos amigos.

─ Tengo que aprovechar el dinero que me da mi papá cada mes. ─se defendió─ Además quería darle una buena impresión a Jisung. Pero cómo siempre, arruinando todo, bobo. ─Lee le sacó la lengua a Na, haciendo que este riera.

Jisung bebía lentamente su leche, sonriendo un poco por la extraña conversación de ambos chicos, para ahora observar con gran atención su entorno.

La cafetería siempre había sido grande.
Ahora se veía un poco pequeña, quizás era por todas las personas que seguían entrando a esta.

Cómo era de esperarse a ese punto, habían cambiado muchas cosas. Pero no tantas cómo a él le gustaría.

Las ventanas de la cafetería se habían agrandado, ahora entraba más luz a la misma. Incluso se sorprendió aún más cuándo vio al techo y notó que este estaba más alto y que era más vidrio que madera.

Las mesas y sillas ya no eran de metal puro y sin color, ahora eran de madera lisa y las sillas de un plástico azul más recistente.

Se veía hasta más sofisticado, claro, si no fuera por la gran cantidad de gorilas que se hayaban allí.

Hizo una pequeña mueca al verlos a todos.

Reconocía uno que otro rostro en los que antes se posaban sonrisas burlonas cuándo se reían de él por ser gordito.

Y ahora ellos se veían hasta subiditos de peso, que irónico.

─ Oh, vamos a sentarnos por allá, chicos. ─apuntó DongHyuck a una mesa que estaba un poco más alejada que el resto en una esquina, pero claro, estaba vacía después de todo.

Los cuatro chicos pasaron por toda la cafetería, evitando personas y miradas encima para así llegar finalmente a la mesa. Lugar en el que tenían planeado sentarse de no haber sido por la llegada de un grupito castroso.

─ Es nuestra mesa, ¿Por qué mejor no se van a los baños a comer, mocosos? ─soltó una voz que para él ya era reconocible y bastante irritable si le preguntaban.

Soltó un fuerte suspiro cansado al ver a los tres chiquillos a su lado aguantar la respiración un poco asustados.

Se giró para así mirar mejor al grupo recién llegado, y sintió un escalofrío recorrer su espalda.

El grupito abusivo de Jung se había hecho más grande en número, algo que sólo le dio más asco. Ya que eso le daba a entender que habían más personas igual de repulsivas que él.

Los miró con una atención muy rápida, logrando divisar a Jeno, Minho y a...

Apartó su mirada rápidamente al lograr recordar ese rostro de tes blanca y esos oscuros ojos.