─ ¿Entonces comienzas las clases la próxima semana? ─preguntó el mayor de ambos. Haciendo asentir al más alto.
─ Iré hoy para buscar los papeles y horarios. Pero la próxima semana comienzo las clases. ─respondió el otro chico─ Sólo queda pedirle a Dios que por favor me dejen en tu salón. ─sonrió.
Jaemin correspondió su sonrisa con una más grande y brillante.
El sólo quería estar todas las clases y recesos con Jisung. ¡Tenían que hablar de muchas cosas, así cómo también mostrarle muchas cosas!
Mentiría si dijera que no estaba emocionado. Finalmente Jisung volvería a la escuela después de seis largos años. Alto. Guapo. Con un cuerpo de modelo bien cuidado. Y con una extraña costumbre de contar calorías.
Pero eso es lo de menos. ¡Sigue siendo su mejor amigo, Jisung!
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Jisung estaría mintiendo, si dijera que no se sintió mal al volver a entrar a esa institución, después de mucho tiempo.
Algunos recuerdos volvieron. Recordó cómo lo tiraban al suelo, o cómo pateaban su estómago.
Hasta el día de hoy, veía sus fotos de infancia. Y les daba asco. ¿Qué más tendría que darle? ¡Estába gordo, maldita sea! Todos decían lo tierno que se veía en tales fotos. Sin embargo, él sólo veía una bola de grasa feliz. No entendía porque sonreía tanto en esas imágenes. ¿Por qué se veía tan feliz si tenía una pelotita cómo estómago? Sus cachetes redonditos. Sus manitos regordetas.
Le daba asco ver a Jisung pequeño.
Hoy está delgado y con cuerpo formado. Es más alto y atractivo. ¿Qué más necesita? Tal vez un poco más de dieta y más ejercicio. Aún le faltaba adelgazar unas partes de su cuerpo. La gente ya no sé burlaba de él por ser gordito. Sólo lo halagaban. Y eso le gustaba. Tenía pensado quedarse así siempre. Pero más delgado, claramente.
Miró con neutralidad a su amigo que estaba a su lado. Este sólo le sonreía.
Desde los ojos de Jisung, esa sonrisa se vio borrosa. Y sintió un pequeño mareo, dejando no sólo la sonrisa borrosa, ahora todo a su alrededor. Volvió a ver con claridad y le sonrió a su amigo. No le tomó importancia a los mareos, estos eran normales y constantes. Ya daba igual.
Caminaron entre ambos en dirección a la oficina del director de la escuela. (Que quedaba al final de todo el gran pasillo). Entre el camino, Jisung sintió varias miradas posarse en él. Otras también se posaban en su amigo. Eso sí lo hacía sonreír.
Al llegar a la oficina, hablar con el director y que este le entregará todos su documentos y horarios. Finalmente. Siguieron su camino. Jaemin le mostraría las cosas nuevas de la escuela.
Claro, seguirían caminando. De no haber sido porque alguien chocó con el hombro de su amigo. Tirando a este, y dejando a Jisung alerta ante todo.
¿Qué está pasando? Se preguntó así mismo.
El chico desconocido había quedado de espaldas a él. Y simplemente miraba fijamente a su amigo en el suelo. ¿Esperando qué?
─ ¿No lo vas a ayudar? ─preguntó Jisung. Con un semblante curioso y serio.
El chico que empujó a su amigo lo miró espectante.
Dios, Jisung estaba sorprendido por ver a quién tenía en frente.
¿Así que Jeong Jaehyun seguía en la escuela?
─ ¿Disculpa? ─soltó ofendido el agresor.
─ Lo que te pregunté. ─soltó Jisung, tomando valor suficiente para pararse con alta postura frente al contrario─ ¿No lo vas a ayudar? Es lo que menos puedes hacer, si tú te cruzaste en el camino. ─escupió enojado.
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