Capitulo 5

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Viernes, 02:15 am

Todo esta en silencio. No se escucha nada mas que mi propia respiración de humano profundamente dormido.
La paz no dura demasiado...
Escucho pasos por el pasillo.
Sierro los ojos y finjo estar dormido.

-Hannez ¿estas despierto? -pregunto Seebas acercándose -Hey Hannez despierta hombre, necesito que me hagas un favor.

Me senté en la cama y mire a Sebastiane, mi vecino de al lado que no tenia ningún respeto por la propiedad privada y entraba y salia de mi departamento como si fuera propio. Estaba vestido formal con camisa a botones y el pelo agarrado hacia atrás. El nunca viste así!!! rara vez lo vi con otra cosa que no fueran sandalias, incluso en invierno.

-Necesito que me hagas un favor, es súper importante Hannzi, juro que te estaré en deuda toda la vida -dijo despacio mi vecino.

-mmmmm

-Voy a tomar eso como un si porque estoy desesperado. Necesito que cuides a mis hijos por el fin de semana, Hannah se fue a Los Angeles antier y se supone que yo cuidaría a los niños pero me llamaron recién de Barcelona para una campaña de ropa para surfistas o algo así y tengo que tomar el vuelo en una hora -estaba hablando a mil por hora apenas le entendía - Hannah regresa el martes y el lunes viene Ming, la niñera de los niños así que solo tendrás que verlos por tres días. Crees que puedes hacerlo? Hannez esto es serio ¿crees que puedes ver a Frida y a Costa por tres días?

-No -dije asustado

-Vamos ya saben ir al baños solos solo tienes que ver que no vean mucha televisión y darles algo de comer. Frida te ayudara -después de decir eso se levanto y empezó a caminar a la salida dejándome plasmado - Te enviare un texto con cualquier información extra que me acuerde en el camino, Ah y ve a dormir al cuarto de visitas de mi casa que sino los niños se asustaran si despiertan y no hay nadie en casa. -cerro la puerta y se fue.

En que me metí esta vez...
Siempre me pasa esto por ser demasiado permisivo.
Tomé mi almohada, me puse zapatos y camine hacia la casa de al lado.
Entre a la casa y el olor a incienso me provocó un ataque de tos, camine al cuarto de visitar y encontré una cama cubierta de cajas y polvo ¡Que ni crea que dormire ahí! Camino hacia la habitación principal y me tumbo en la cama gigante de edredones con calefacción.

Los rayos de sol mañaneros comenzaron a atravesar las enormes ventanas de la habitación, sentía un calor sofocante bajo los edredones pero no el suficiente como para que hiciera algo al respecto, mi mente seguía huyendo de la realidad. Me volví a quedar dormido hasta que derrepente una corriente de aire fresco comenzó a pasar por mis pies y empeze a sentir como la cama se iba moviendo de un lado a otro por el cambio de peso que estaban ejerciendo. Note lo que estaba pasando pero aun estaba muy cansado para reaccionar, algo estaba subiendo por mis piernas sentía su respiración sobre ellas y como unos largos y finos cabellos me iban haciendo cosquillas mientras subía.

No tenia idea de que era lo que estaba pasando. Había despertado ya de por si con una erección, era deliciosamente frustrante sentir ese rose subiendo por mis piernas, cuando de repende algo salto sobre mi y se sentó en mi abdomen «Dios si hubiera sido un poco más abajo me hubiera corrido» abrí los ojos de golpe y vi hilos de oro flotando en el aire en cámara lenta - todo lo relacionado con ella iba en cámara lenta- Era Frida la hija de de Sebastiane sentada sobre mi estomago mirándome con cara confusión.

-Hannez que haces en la cama de mis padre? - pregunto burlona. No entiendo cómo una niña me podía hacer sentir tan avergonzado.

-Tu padre me pidió que cuidara de ti... Y de Costa el fin de semana.- dije con la niña aún sobre mi, mirándome con sus ojos oscuros.

-Yo no necesito que me cuiden, puedo cuidar de mi y de Coco perfectamente

Yo sólo la veía hablar y miraba como sus diminutos pezones se tralucían con esa playera gigante que usaba de camisón.

Después de un silencio incómodo ella dijo -Bueno... hazme el desayuno -y finalmente bajo de sobre mi.

Exhalo, me destenso. ¿Que pasa con migo? Me siento despacio en la cama, Mierda. Tengo una erección.

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Fue un flasback, lo notaron?

Hannes Böttler, Autobiografia de un abusadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora