Arundell y la mansión, fue el lugar donde nació Rihannan y vivió toda su vida sin obstáculos. Aunque visitó Crichton varias veces, todas fueron temporales y fugaces.Mary estaba estupefacta, no creía fácilmente que Rihannan, que nunca había vivido en otro lugar, pudiera dejar su ciudad natal sin indicios de arrepentimiento.
"Solo quiero irme de este lugar rápidamente. Hay tantos malos recuerdos aquí".
Se mordió el labio y cerró los ojos.
Flashback...
Habían pasado algunos años desde la primera visita al palacio real. Rihannan se vio obligada una vez más a entrar en el palacio real como candidata a reina. Ella contó con el apoyo total de la Reina.
También existen varias oportunidades para conocer a Igor, el niño rey que una vez conoció. Pero él era inusualmente frío con ella. Rihannan se consoló diciendo que él había cambiado porque se había hecho adulto. Ese dulce niño solo se estaba escondiendo de una fachada.
No fue hasta que entró en el palacio que Rihannan supo que él nunca la recibiría. Su relación como rey y reina era solo eso, un asistente cercano y un observador de la reina.
"¿Estás satisfecha, madre? Te las has arreglado para mantener mis extremidades, mis manos y mis pies atados. ¿Estás meditando en tu propio disfrute?"
Esa fue la conversación que escuchó Rihannan antes de la boda. Su comentario sarcástico enfureció a la reina.
"¿Qué quieres decir? Rihannan es una buena chica. Ella es la mejor pareja para ti, Igor. No sé por qué sigues distorsionando mis palabras".
"Eso es exactamente lo que pensé que diría mi madre".
Chasqueó la lengua, salió de la habitación y se encontró con Rihannan, que estaba en la puerta. Su cara se puso pálida y blanca. Igor concluyó que ella había escuchado la conversación y, por lo tanto, mostró una mirada avergonzada momentáneamente.
Rihannan tenía la misma expresión que tenía cuando era joven; ella se rió al mirar hacia atrás en esa situación.
El rostro de Igor se endureció de inmediato.
"Es algo que deberías saber de todos modos. Es bueno. Ahora no hay nada que ocultar. Tendrás que elegir pronto. ¿Me darás todo de ti, o permanecerás como Reina?"
Era una advertencia, clara como la luz del día. Si no elige correctamente, solo obtendrá resultados infelices.
Después de la agitada boda, iba a pasar su primera noche con el Rey. Aunque no se parecía en nada a la fantasía con la que soñaba, seguía siendo un matrimonio entre un rey y una reina del país. Incluso sus vidas más privadas necesitaban una especie de confirmación oficial. Detrás de las cortinas de la cama, testigos de su matrimonio observaron su unión.
Rihannan se sintió avergonzada. No podía esperar recibir afecto de su esposo recién casado en tales circunstancias.
Recordó a su difunta madre que se casó con un hombre que no tenía ni una pizca de amor por ella.
Era una mujer joven, una madre que amaba tanto a un hombre que lo mantendría a su lado por todos los medios a su alcance. Pero fue inútil. Él la evitó y tuvo un hijo con una mujer a la que amaba. Y tan pronto como murió su madre, dejó entrar en su casa al hijo de esa mujer.
Recordando esos recuerdos, hizo un voto, un voto de que nunca le daría amor como lo hizo su madre, que nunca haría nada estúpido.
Pero ahora, se encontró en el mismo camino que su madre.
Al darse cuenta de este mero hecho solo, Rihannan lloró con lágrimas calientes.
Cuando el rostro de Igor se acercó, Rihannan volvió la cabeza, disgustada consigo misma. Ella colocó su mano sobre su pecho y empujó con fuerza.
Su resistencia detuvo el movimiento de Igor y él la miró en silencio. Algo inusual había pasado por sus ojos morados oscuros y Rihannan temblaba de miedo.
Los testigos detrás de la cortina temblaron poco a poco. El Rey aún no había hecho ningún movimiento. A medida que sus voces bajas se hicieron más fuertes, hubo un gruñido bajo.
"¿Es esta tu respuesta?"
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Fin capítulo 15
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No Quiero ser Amada ✿ 1-179 ✿
RomanceRihannan Alessin, una reina que se pudre en la cárcel. Desesperada y sin esperanza, bebió veneno y murió. Pero... sin que ella lo supiera, la deidad le dio una segunda oportunidad en la vida. Tenía doce años otra vez. Y esta vez, ella viviría la vid...