En donde la bruja de Hawkins resulta no ser mala.
Eddie se encuentra atraído hacia su rareza, haciendo oídos sordos a lo que todo el mundo decía, él creía que aquello no era más que un estúpido rumor de gente religiosa.
Cuando Vecna ataca a sus amig...
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"LADY LUNA Y EL MORADO"
🔮
Sonó el timbre que marcaba el fin de clases, por desgracia no había compartido sus últimas dos clases con Eddie.
Pero tal y cómo lo habían acordado, ella lo esperaría en la salida, en verdad estaba emocionada por quedarse a verlos jugar.
Un golpe de realidad cayó cómo un balde de agua fría en su cabeza ¿qué pasaba con su tía?
Ella había estado bastante preocupada por que Luna llegara con bien a casa, claro, su sobrina era una bruja... pero después de todo sólo era lo que en el mundo de la magia se conocía cómo una baby witch.
La rubiecilla ni siquiera dónde estaba parada, mucho menos sabría controlar sus habilidades.
Y por más que Lily quisiera ayudarla, sabía que no había mucho que pudiera hacer, sólo insistir en que tuviera cuidado con lo que deseaba y con las emociones fuertes.
Por ejemplo, al estar muy triste su cerebro comenzaría a querer hundirse más en ese melancólico sentimiento.
Deseando algo tan simple cómo un poco de lluvia para acompañar sus lágrimas, Luna podría causar que su casa se inundara o en el menor grave de los casos que una tubería se rompiera, si lo deseaba con la suficiente fuerza.
Volviendo al tema importante: necesitaba llamar a su tía para avisarle que llegaría tarde.
Al no tener ni una triste moneda en sus bolsillos o su mochila, decidió buscar a Eddie para avisarle que no podría quedarse hoy o su tía se preocuparía.
En su camino pateaba piedras en el pavimento, de una manera algo infantil y graciosa para quien la viera.
Cuando estuvo en el estacionamiento pudo ver una conocida maraña de cabellos oscuros a lo lejos, suspiró y se acercó cautelosamente a dar la mala noticia.
La mirada de Eddie se encontró con ella a medio camino, supuso que por sus pisadas, que sonaban a su espalda.
Él le regaló una amable sonrisa que fue contagiosa para Luna, quien agitó su mano como saludo.
- ¿Emocionada? No quiero sonar engreído, pero será una de las mejores noches de tu vida.
Él tenía ese tono bromista tan característico suyo, Luna creyó ver sus ojos brillar con emoción ¿cómo le diría que no?
- Sobre eso... - la expresión de Eddie se deformó al instante, con algo que Luna identificó cómo decepción.- Necesito avisar a mi tía que me quedaré y, no tengo ni una moneda para llamarle.
Él la miró extrañado enseguida, incrédulo de sus palabras.
