Capítulo 04

675 60 7
                                    

Mónaco ,Monte-Carlo

Antonella

Iba caminando por las calles de Mónaco, casi en el puerto

Venía a comprar un helado y a pasar tiempo en la playa

Estábamos a dieciocho grados pero el aire estaba a matar

Lo bueno es que salí con una hoodie y un bolso grande para estar en la playa

Ya había llegado al lugar, no tuve que hacer fila ya que no había gente adelante mío

Ordene un helado de chocolate y al instante me lo entregaron

Salí de el lugar feliz mientras seguía caminando para dirigirme a la playa

Mi plan de ir a la playa surgió por Gabrielle, ella me dio la idea ya que estaría haciendo unas últimas cosas para graduarse, cosas que yo eh hecho antes

Mi plan era relajarme y estar un día en la playa, nada podría salir mal...

-FERRAGNI! -una voz conocida se hizo presente-

Hasta que un idiota decidió aparecer

No me gire para verlo y seguí caminando, mientras lo ignoraba él seguía gritando mi apellido

Baje unas escaleras, ya que estas daban con la playa pero escuché las pisadas de una persona apresurada detrás de mi

-Antonella, te estoy hablando. Por favor! -dice el monegasco que tanto odie cuando era más pequeña-

Seguí caminando ya pisando la arena el tomo de mi brazo e hizo que me detuviera

Me gire para verlo y hable

¿Que se te ofrece Leclerc? Hablarme y tratarme mal otra vez... -dije molesta mirándolo-

Claro que tenía un poco de coraje por cómo se había comportado el otro día conmigo, no le había hecho absolutamente nada para que me tratase así

-No nada de eso, al contrario. Quería disculparme... -dice soltando mi brazo-

No lo creo Leclerc -dije para comenzar a caminar de nuevo-

Seguí mi camino y dejé mi bolso en la arena ya una vez que había llegado

Comencé a sacar una manta de mi bolso para no llenar mi trasero de arena

En cada esquina de la manta había puesto una cosa pesada para que no se volara ya que hala mucho viento

Ya tranquila y sin Leclerc, podía finalmente disfrutar mi helado, y gracias a dios la manta que traje era grande, podía acostarme con facilidad en ella

-Ferragni... -dice el monegasco sentándose a lado mío-

Lo mire, e iba a comenzar a hablar pero el me interrumpió y gano la palabra

-Déjame hablar, no hables, solo escúchame -dice mirando mis ojos a lo que yo los rodé-

-Quería disculparme, por haberte tratado y hablado así la otra vez, no era mi mejor momento y traté de desquitarme contigo -hablo Leclerc y mire sus ojos-

FERRAGNI || Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora