Petite abeille

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Febrero del 2020





Veo a Charles salir de la fábrica, me saluda y rápidamente se coloca a mi lado.

— ¿Qué harás hoy? — Pregunta y yo me encojo de hombros.

— No mucho, no tengo ánimos. — Muy aparte de los ánimos, estoy cansada, me agota el trabajo de asistente, pero el estar en la escudería es un logro al que no renunciaré.

— Me están visitando unos amigos de Milán, habrá una reunión en mi casa. Estará Mara, anda, vamos.

Dudé antes de responder, Mara era la novia actual del monegasco, pero sinceramente no nos llevábamos bien. Le había hecho reclamos debido a los celos en mi cara, lo que me parecía desagradable y desubicado de su parte, pero él la quería, ¿Cómo podía opinar sí estaba feliz?

— Charles...

— Anda Bea, ha sido una semana estresante, relájate. Sí te ponen muchos peros, yo hablaré con tu papá.

Mi papá era Leonardo De Luca, y hasta hace no mucho había pertenecido a las filas de la escudería, pero ya por su edad no era recomendable que continuara laborando. La escudería se hacía cargo de ayudarlo en muchas cosas, más que todo monetariamente, porque había trabajado con ellos por más de treinta años, y era su forma de recompensar su lealtad.

— No, no iré a visitarlo este fin de semana. No hay problema con él.

Me había instalado en Maranello luego de terminar la universidad, durante la época de pasantías viajaba constantemente, ayudando a papá y a mis hermanos, Fabricio y Renato.

— Tu excusa sería...?

— Va, ninguna, necesito unos shots.

— ¡Bien! — Me abrazó de costado mientras se dirigía conmigo a su auto.

— ¿Y Mara?

— Nos espera en casa, está con ellos.

Al entrar al departamento de Charles nos recibe su novia, me saluda e inmediatamente lo arrastra a la cocina con el ceño fruncido, está molesta. Por lo que yo decido dejar mi chaqueta en el perchero mientras me adentro al salón desde donde se escuchan unas risas.

— ¡Hola! Tu debes ser amiga de Charles, mucho gusto, soy Leandro. Hemos venido de visita desde Milán, pero ni siquiera lo hemos podido saludar. — Me da dos besos y me abraza.

— Hola, soy Beatrice, y si, trabajo con él en la escudería. Algo me comentó de ello, pero apenas llegamos Mara se lo llevó. — Veo cómo rueda los ojos y asiente.

— Sé como es Mara, ven, te presento a los demás. Él es Niccolò, Mario y Pierre. Chicos, ella es Bea. — Todos se levantan y me saludan en el mismo orden que los presentaron. Cuando llega a Pierre puedo ver cómo me da más de dos veces.

— Lo siento, costumbres de Rouen. — Se encoge de hombros y retrocede.

Tiene el cabello hacia un lado y unos ojos verdes en los que me pierdo por unos segundos.

El toque de Leandro me hace volver a la realidad, me había perdido por un momento.

— ¿Todo bien? — Asiento mientras le envío un mensaje a Fabricio, no iría éste fin de semana.

𝗕𝗲𝗹𝗹𝗶𝘀𝘀𝗶𝗺𝗮 | 𝗣𝗶𝗲𝗿𝗿𝗲 𝗚𝗮𝘀𝗹𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora