Endroit sûr

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Junio 2020




Corro hacia nuestro punto de encuentro, donde hemos probado el café más rico y donde nos hemos visto las últimas semanas. Al llegar puedo verlo a través del vidrio de la tienda, sus ojos están enfocados en un libro y parte de lo que me gustaba de él era eso, no lo veías casi con el teléfono en mano, te prestaba atención y se metía de lleno en la conversación.

Saludo a Laila, quien me ha atendido siempre de la mano de su hija, creo que por ello sigo viniendo, bueno, además del excelente cappuccino que sólo puedo encontrar aquí.

— ¡Bu!

— ¡Dios! No te sentí llegar, cómo estás?

Suelto mi mochila en el suelo antes de responder, revisando siempre que los bolsillos están cerrados. — Bien, preparando las cosas para visitar a papá.

— ¿Ya han pasado dos semanas? Asiento contenta. — Vaya, ha pasado rápido el tiempo...

— Si, y no lo he sentido tan así.

Comimos un postre mientras disfrutamos del café, para mi, como siempre, un carrot cake, y para él su típica tartaleta de fresas. A pesar de ser de la edad de mi hermano es mucho más maduro y centrado que él, no entiendo cómo se hicieron amigos.

Vamos ya en camino a mi apartamento, el silencio es cómodo, me permite escuchar lo que hay más allá de nuestras voces, es mucho más tranquilo que Milán, eso estaba seguro.

— Bien, llegamos a tu parada. — Me ve de frente y presiento que mis mejillas están rojas, es lo normal con éste calor que está haciendo.

Desde que nos besamos el día de mi cumpleaños Mauro no ha intentado nada más, nos hemos estado conociendo como amigos, y tampoco se ha dado la oportunidad dé. Lo veo fijamente analizando sus pensamientos, y sin poder evitarlo le pregunto: ¿Me besarás?

Él asiente y sus manos se posicionan a los lados de mi cara, nuestros labios se rozan y antes de que lo podamos profundizar mi teléfono suena.

— Mierda...

El identificador de llamadas me muestra una P y unas abejitas, sé que volverá a llamar si no le contesto, por lo que descuelgo la llamada rápidamente.

"¿Si?"

"Abejita, ¿vendrás a Milán?"

"Pierre, te dije que si en la mañana, ¿recuerdas? Me llamaste..."

"Oh, si, lo olvidé por un minuto. Quería confirmar."

"Te estoy confirmando, Pierre, iré a Milán el viernes en la noche."

"Perfecto, me avisas apenas estés aquí."

"Si, Pierre, lo haré, lo prometo."

Rodé los ojos, no había podido llamar en un momento tan oportuno.

"¿Es todo?"

"¿Por qué, Abejita? Te agarro ocupada?"

"¡Si! Sólo...Te devolveré la llamada, Pierre, adiós."

Mauro se encoge de hombros, como refiriéndose a la oportunidad que acabamos de desperdiciar.

— Lo siento...

— Tranquila, debo irme. Tengo algunas cosas pendientes de la facultad.

— Entiendo, te veré cuando vuelva a la ciudad.

𝗕𝗲𝗹𝗹𝗶𝘀𝘀𝗶𝗺𝗮 | 𝗣𝗶𝗲𝗿𝗿𝗲 𝗚𝗮𝘀𝗹𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora