𝐬𝐭𝐮𝐜𝐤 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐮 ╹𝑩𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕𝑾𝒊𝒏

𝟎𝟔

El día anterior había sido como una pequeña caricia de paz para sus intranquilas existencias.

En el almuerzo no hubieron discusiones...

Tal vez en la noche, un poquito. Bright se había preparado una malteada y muy torpemente la había dejado en la cama...

Sí, no término muy bien para el maniático del orden y pulcritud.

Unos cuantos insultos, otras tantas maldiciones, pero nada grave. Las discusiones así eran comunes incluso en sus mejores años como dúo.

¿Qué es un mejor amigo si es que el idiota o la idiota no te lleva la contraria? ¿Sin jodas, ni burlas? Aquí no estamos para tonterías.

Bright durmió sin sábana, pero esta vez aceptó la culpa de su tonto error sin rechistar. Felizmente no atrapó un resfriado.

El día siguiente era el último día sin luz. Un gran alivio para ambos; era complicado convivir sin casi ninguna distracción.

Win había despertado con migraña. Felizmente aún tenían aspirinas en casa, por lo que después de tomar el medicamento, siguió durmiendo como la bella durmiente hasta las 5:00 pm.

Cuando se despertó, lo primero que sintió fue tanta hambre que creyó poderse comer un elefante si se lo ponían enfrente. Era un chico goloso.

Después de sobarse sus ojitos y darse cuenta de que estaba solo en la habitación, se levantó, dirigiéndose a la cocina.

Miró un segundo a Bright quien estaba con su laptop sobre sus rodillas y envuelto como un tamalito con la manta celeste que solían usar en invierno; hacía frío.

La imagen era muy tierna, pero Win no quiso concentrarse en eso y se giró servirse galletas con leche tibia.

Bright lo observó, lo pensó un poco. Tal vez...

—Win—lo llamó y el aludido lo miró inmediatamente —. Yo.. Sé que estás aburrido y... Bueno, iba a ver una película con lo que le queda de batería a mi laptop. Mmm... ¿Tú quisieras-

Win no pudo evitar curvar un poco sus labios.

—¿Cuál? —Salió de la cocina con su vaso de leche y sus galletas, alcanzado a Bright en el sofá. Dejó todo encima de la mesita de centro.

—"Call me by your name" —musitó con una sonrisa ladina.

Y claro que Bright sabía que era su película favorita. La película nunca le pareció buena en sí, pero era una clave importante en su historia, una muy importante.

Win sonrió agachando la cabeza y asintiendo lentamente.

Se acomodó junto a Bright, quien acomodó la laptop mejor entre ellos.

—Hace frío, deberías taparte. La manta es bastante grande —Se giró hacia él ofreciéndole de la manta con su manito.

Win sonrió un poco, enternecido, tomando la manta y envolviéndose juntos.

Solo era una película después de todo.

También que la cabeza de Win terminara recostada en el pecho de Bright era una coincidencia. En verdad lo era.

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La mañana siguiente Win se despertó por el portazo que Bright le dio al closet.

Win se levantó sobresaltado por el ruido. Bright estaba usando un terno y estaba acomodándose la corbata, dándole la espalda.

Win estaba confundido. ¿Por qué Bright estaba alistándose? Se supone que no se podía salir del todo.

—¿Qué es-

—Iré hoy a ver al abogado, conseguí permiso especial para salir —espetó con frialdad.

—¿Qué? —frunció el ceño confundido —P-Pero dijiste que lo veríamos después.

—Sí, pero lo pensé bien y no tengo porque ser condescendiente contigo.

Eh, ¿auch?

¿Qué demonios era todo eso? ¿Por qué parecía estar tan enojado si ayer se habían ido a dormir hasta con una sonrisa en la cara? Habían visto una película acurrucados y ahora se estaba comportando como el idiota frío de los últimos meses.

Era por gusto preguntar qué había pasado. Cuando Bright se cerraba no había mucho que hacer.

—¿Puedes traerme una hamburguesa del súper por lo menos?

—No —tajó aún sin verlo.

—¿Qué? ¿Por qué? —Al carajo con no preguntar, comida es comida.

—Ya no tengo porque gastar dinero en ti ahora que no somos nada.

Pero que ridículo. Win quiso reír.

—¿Es en serio? Es una jodida hamburguesa, no un auto —se burló.

—Dinero —por fin se giró a verlo, a pedirle.

Win se puso de pie resoplando, sacó su billetera y le extendió un billete.

—Eres un maldito ridículo. No entiendo qué te pasa —le dijo detenidamente mientras le daba el dinero, buscando sus ojos que miraban al suelo.

Sin decir nada, Bright se fue.

Win se quedó mirando unos segundos la puerta por donde había salido, sintiéndose desconcertado.

¿Qué carajos había sido eso?

Win prefirió ignorar sus actitudes cambiantes. Era mejor distraerse con otras cosas; desconectó su celular del cargador y al prenderlo, se fijó que tenía 5 llamadas perdidas de Nani en la noche y tres de esa misma mañana. El chico era intenso.

"8 llamadas perdidas de 💕Ning Ning💕 "

Win desbloqueó su celular para escribirle al pequeño para ver que había pasado.

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Bright acababa de llegar y Win solo le comunicó algo que debieron decidir ambos.

Bright resopló con molestia mientras se quitaba la corbata

—¿Por qué le dijiste que sí?

—Ya te dije, ella me llamó en la mañana y me dijo que iba a hacer un zoom por su cumpleaños y que quería que asistiéramos los dos. ¿Cómo le voy a decir que no? Es mi mamá y es su cumpleaños. No seas ridículo —exhaló cansado —. Ella te quiere mucho Bright, claro que quería que estuvieras considerando que vivimos juntos.

—¿Le dijiste que nosotros...

—No. No tiene que saberlo hasta que termine la cuarentena.

Win tenía razón, iba a ser muy incómodo de esa forma.

—El cumpleaños de tu papá también es en unos días —dijo Win —. Si le decía a mi mamá, ella se lo hubiera dicho a él. (Porque sus familias eran amigas)

—Cierto...

—Bien, entonces te avisaré cuando sea momento.

Y la incomodidad después de ese momento los invadió una vez más, durante días.

Sin hablarse mucho hasta cuatro días después, el cumpleaños de la madre de Win.

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© @TumishaSiosi

graciaas por leer<3