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Capítulo uno.

Su padre Naemin volvió a besar su frente con cariño, con ese, llevaba tres besos en menos de cinco minutos.

—No dejes que Hobi salga de la casa —dijo con seriedad.

Eso no iba para él sino para su hermano Miseok, quien era el que se quedaría a cuidarlo ese día.

—No te preocupes papá me encargaré de él.

—Vamos Naemin, llegaremos tarde —su padre era extremadamente puntual cuando se trataba de reuniones con su jefe.

—Papá, estaremos bien —habló Hoseok tratando de tranquilizarlo.

—Esta bien. Vamos.

Dió un último beso en la frente de Hoseok y de su hermano antes de salir por completo de la casa.

Hoseok se giró hacia su hermano, sonrió a boca cerrada y mostró la mirada más tierna que pudo.
Miseok enseguida negó.

—Ni lo intentes hermanito —le dió la espalda después de darle un golpe en la cabeza al castaño y caminó hasta el sofá individual de la sala.

Hoseok suspiró, cada día que uno de sus hermanos se quedaba con él, intentaba convencerlo de dejarlo salir por un tiempo fuera de la casa. Por desgracia para él, siempre se negaban y lo mantenían vigilado hasta para ir al baño.

—Iré a mi habitación -avisó para Miseok.

Su habitación era pequeña pero desde su ventana tenía una hermosa vista hacia el bosque. Los árboles eran altos incluso desde ahí, no se lograba ver mucho pero, sabía era el bosque más grande del pueblo. Nunca había ido más allá de la entrada, sus padres no le permitían estar mucho tiempo fuera de casa, siempre se mantenían cerca de él y si no eran ellos eran sus hermanos.

Lo cuidaban demasiado a pesar de ya contar con la mayoría de edad, de cumpleaños pidió asistir a una fiesta con Jungkook, su mejor amigo, pero le negaron el permiso.

Cada una de sus peticiones para salir siempre terminaban con una negación por parte de sus padres, trataba de comprender sus cuidados pero a veces le parecían extremos, parecía un prisionero en lugar de su hijo.

Soltó un suspiro cansado cuando logró visualizar a personas caminar por la calle contigua a su casa, sonreían y reían entre ellas.
Él también quería sonreír, pero sobre todo, anhelaba salir y caminar sin tener que ser vigilado por su familia. Quería correr por la hierba verde que rodeaba su casa, saltar y caminar por la carretera.

—Hoseok —la voz de su hermano resonó por toda la casa—, Ven aquí, alguien vino a visitarte.

El castaño sonrió ante el pensamiento de ser Jungkook quien lo buscaba, bajó por las escaleras alegremente. Él era el único con quién le permitían hablar más de dos palabras, confiaban en Jungkook para cuidarlo.

Vaya fue su desilusión al ver al amigo de su hermano esperarlo en medio de la sala.

Taewan era la última persona a la que quería ver, es decir, era bueno con él y muy amigo de Miseok pero había algo que le causaba desconfianza.

—Hola Hobi -saludo él acercándose al castaño.

—Uhm, Hola Taewan.

—¿Cómo has estado? —Taewan rodeó los hombros de Hoseok y lo encaminó hasta el sofá.

Hoseok se dejó llevar con sorpresa, Miseok parecía estar en la cocina por lo que sintió un poco de incomodidad estar solo con Taewan.

—Bien.

—Debes estar muy aburrido aquí encerrado ¿No es así? —La pregunta de Taewan tomó por sorpresa al castaño.

—Sí algo.

Taewan entonces se acercó más a Hoseok, invadiendo su espacio personal, el castaño comenzó a ponerse nervioso.

—Sé mi novio y podrás salir de estas cuatro paredes —sugirió.

Los ojos de Hoseok se abrieron ante las palabras del chico. Se movió lejos de él y se aclaró la garganta.

—Disculpa Taewan pero, no estoy interesado en ninguna relación.

—Vamos Hobi —la manera en que pronunció su apodó le causaron molestia en su estómago—, Soy confiable para tu familia, podremos salir de aquí y visitar muchos lugares.

Aunque la idea de salir y conocer el pueblo le interesaron en sobremanera no se dejó endulzar el oído con Taewan. Sus ojos lo miraban de una manera que le era incomoda, lo que sin duda era una advertencia para Hoseok.

—Gracias, pero puedo salir con mi familia.

—Puedo llevarte a conocer las estrellas —la sonrisa en el rostro del más alto provocó un estremecimiento en el cuerpo de Hoseok.

—Puedo conocerlas solo —respondió. El nerviosismo comenzaba a correr por el cuerpo del castaño.

Taewan volvió a acercarse a él, esta vez de una manera diferente, sus ojos se oscurecieron una sonrisa ladina adornaba su rostro y Hoseok juraba haber visto un colmillo en ella.

—No encuentro la salsa picante —Miseok apareció por la puerta de la cocina y Hoseok se pudo sentir un poco más tranquilo al verlo—. ¿Qué pasa aquí?

—Serás mío —murmuró Taewan a Hoseok antes de girarse hacia a su amigo—. Nada, le comentaba a Hobi que se uniera con nosotros para ver Pantera Negra ¿No es así Hobi?

Hoseok miró extrañado a Taewan, la mentira que acababa de decirle a su hermano sin duda no era buena señal para él. Sin embargo, asintió hacia su hermano.

—Sí, así es —concordó Hoseok—, pero le comenté a Taewan que no podría porque tengo sueño.

—¿Sueño? ––cuestionó su hermano mirando el reloj de la sala—, Son las nueve de la noche, muy temprano incluso para tí.

Hoseok sonrió con falsedad.

—Lo sé, solo que está noche realmente estoy muy cansado —pasó a un lado de Taewan y se despidió de su hermano con pequeño abrazo—. Buenas noches.

Subió rápidamente las escaleras y cerró su habitación con pestillo. Taewan comenzaba a causarle miedo mas no permitiría dejarse intimidar por él. Eso no significaba que mantendría su distancia y evitaría quedar nuevamente a solas con él.

También comenzaba a creer que debería decirle a sus padres y hermanos lo que Taewan le había dicho. Aunque todavía no estaba completamente seguro, debía pensarlo un poco más. El sueño lo consumió rápidamente una vez cayó en las suaves mantas de su cómoda cama.





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Nos leemos hasta la próxima:)

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