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Capítulo dos

Tras la guerra "Nuevo mundo" en la que la humanidad desapareció en su mayor parte de la faz de la Tierra, los lobos gobernaron todos los territorios existentes. Winter. El pueblo más conocido en Asia está bajo el mando del Alfa Kim Taeyang, uno de los lobos más fuertes que participó en la guerra y sobreviviente de está misma.

Su mando ha permanecido por más de diez siglos y busca durar mucho más. Lo que le ha conseguido enemigos en busca de su territorio, buscando debilidades en él y planeando ataques a su nación. Por ello no permite el ingreso de ningún lobo que no haya sido revisado por su mismo grupo de batalla.

Debe cuidar su pueblo con poder y sangre. Su vida por la de aquellos que dependen de él.

Todo su pueblo lo ama y respeta, es uno de los pocos Alfas que piensa en el entrenamiento de los jóvenes, en la equidad de lobos y sobre todo en el bienestar del pueblo. Siempre tomando en cuenta las palabras de los miembros del territorio sin hacer menos a nadie.

Pero como todo ser vivo, hay algo que detesta en demasía. La mentira. Cualquiera que le miente y se cree capaz de salirse con la suya termina siendo alimento de los deltas neófitos. Sin duda, algo que pocos se atreverían a experimentar.

Mantiene vigilancia en la frontera de Asia, en la entrada al pueblo, su casa e incluso en sus trabajadores. Todo con el fin de prevenir cualquier ataque inesperado. Sin embargo, existe algo que todavía le preocupa. Su hijo. Kim Taehyung.

Su único heredero y su mayor orgullo. Un alfa igual que su padre. Siglos atrás era el más expresivo en cuanto a emociones, alguien con quién podías hablar y recibir palabras de consuelo sabías, sin embargo eso murió cuando encontró a su omega muerto en el baño de su habitación.

Desde entonces nada volvió a ser lo mismo. Taehyung se encerró en su mundo, sus emociones nunca más fueron expresadas de ninguna manera y jamás volvió a dar palabras de consuelo a nadie. Todo ello murió con su omega. Siguió en su entrenamiento, esforzándose cada vez, mejorando sus habilidades de ataque, llegando a ser el mejor en cada clase de pelea. Enfocado nada más en ser digno de recibir el mando de guía en Winter cuándo llegará su tiempo.

No se interesó en crear un vínculo amoroso con ninguna omega, aunque se le era requerido para el mando, él jamás accedió a conocer a ningún lobo. Taehyung estaba decidido a tomar el mando en completa soltería.

Eso era lo que más temía a su padre, no quería ver a su hijo gobernar en soledad, sin alguien con quién desahogar sus problemas y dudas, sin un anhelo de llegar a casa y ver a quien amas. Intentó muchas veces hacerlo entrar en razón pero su hijo era igual de decidido que su madre.

Por lo que decidió lo mejor para Taehyung y el pueblo. Le buscaría un omega a su hijo y le haría casarse.

—Tome asiento —dijo Taeyang con amabilidad. El señor Min, Alfa del territorio contiguo a Winter. Dagust. Se sentó frente a Taeyang con semblante serio.

—¿Cuál es el motivo de está reunión? —sin tener que ocupar su voz de mando, la voz del Alfa Min sonaba grave, llena de poder.

Taeyang carraspeó un poco, antes de volver a hablar.

—He escuchado que tienes problemas con Leek ¿Es cierto?.

Min se acomodo en la silla completamente relajado sin mostrar rastro de incomodidad o molestia.

—Así es. Leek quiere mi territorio, por supuesto que no se lo entregaré. Asumo que tienes algo que proponerme.

Taeyang ocultó bien su sorpresa pero vaya que estaba muy fascinado de Min. No cualquier Alfa que es citado en el territorio de otro Alfa se mostraba tan relajado y de buena actitud como lo hacía él. La inteligencia que tenía era maravillosa ante los ojos de Taeyang.

—Sí. Quiero una alianza entre nuestros territorios, mi heredero está en busca de un omega —Taeyang se sintió culpable de mentir sobre su hijo, pero era la única forma de cuidar de él—, Tu territorio necesita ayuda para pelear contra Leek. Ambos ganaremos si nos unimos, Winter conseguirá un omega preparado para gobernar junto a su Alfa y, Dagust ganará contra Leek.

Min se mantuvo en silencio por unos minutos, minutos que hicieron que Taeyang comenzará a preocuparse y aunque quiso evitar que su aroma lo delatara no lo logró.

—Relajate un poco lobo —dijo Min. Una pequeña sonrisa pareció abandonar sus labios. —Buscare un omega digno de ser la pareja del futuro Alfa de Winter. A cambio, necesito un ejército dispuesto a pelear con colmillos y garras.

El suspiró de alivio que emitió Taeyang fue lo que Min necesitaba para que el fuerte aroma agrio de la habitación se desvanecerá.

—Lo tendrás está misma tarde —Taeyang se puso de pie y le tendió la palma a Min. —Es un placer hacer tratos contigo —dijo después de que Min juntara sus manos en un apretón, sellando aquel trato.

—Lo mismo digo. Sin trampas —agregó Min después, con una clara señal de advertencia.

—No tienes de que preocuparte, a comparación de otros lobos soy leal a mis tratos. Espero tú también lo seas.

—Lo soy.

Min se retiró después esas palabras dejando solo a Taeyang, quien se dejó caer sobre su silla. 

—Solar —llamó desde su lugar, basto menos de diez minutos en que la joven beta hiciera acto de presencia.

—Dígame señor.

—Dile a Chan que venga a mi oficina pronto, tengo un trabajo para él.

La beta asintió y se retiró.

El remordimiento carcomía a Taeyang, estaba actuando a espaldas de su propia sangre. Una vez más se reiteró que era por el bien de Winter. Frotó su rostro en un intento de distracción para su cerebro, pero aquello no funcionó. Los golpes en la madera de la puerta fueron lo que sacaron al lobo de su culpa interna.

—Alfa ¿me mandó llamar? 

El cuerpo de Chan, un delta puro, era robusto, resultado de sus duros entrenamientos.

—Quiero que mandes al ejército mejor calificado a Dagust. 

Chan no dudó en acatar la orden del Alfa, mandando a un ejército al pueblo contiguo.




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Hey capitulo nuevo eh. Disfrútenlo, tal vez la historia comience aburrida pero espero no defraudarlos más adelante:)

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