Omega | Vhope

O6

Capítulo seis

Seis años atrás.

Naemin sollozó sobre el pecho de su pareja, Yeon acarició su cabeza soltando feromonas tranquilizantes para su omega.

—Tenía la esperanza que fuera un lobo, como nosotros —habló bajito.

Yeon miro a su hijo desde la cocina. Hoseok golpeaba a Seokjin con un cojín, Miseok reía al verlos.

—Aunque no lo sea, es nuestro hijo y lo protegeremos —sentenció severo.

Naemin levantó su rostro hacia el alfa, sus ojos estaban llorosos y su aroma dulce era agrio.

—Sabes tan bien como yo que eso será imposible cuando Min se enteré.

Yeon tensó la mandíbula.

Si el alpha del pueblo se enteraba que lo habían estado engañando sobre el verdadero origen del pequeño niño, que llegó hace quince años, durante la guerra Nuevo Mundo, no sólo él moriría sino todos los que sabían de aquella mentira. Que la diosa luna los ayude cuando llegará ese momento, porque si no lo hacía, sería su fin.

—Lo protegeremos hasta el final —dijo, completamente seguro. Naemin asintió hacia su alfa, él tenía razón, así no sea su hijo de sangre, ellos lo criaron desde pequeño y así sería hasta su último aliento—. Ahora, limpia esas lágrimas y vamos con nuestros hijos.

—Papá —llamó Hoseok desde su asiento, una risa salió de su boca al ser golpeado con una almohada por Seokjin, le regresó el golpe lo suficiente fuerte y rápido para derribar el puño de botana que llevaba a su boca—, siéntate conmigo, Seokjin es muy molesto.

—Mocoso —rebatió Seokjin.

Naemin se sentó en medio de ambos chicos, Seokjin sintió el aroma de su papá omega, pero él negó para tranquilizar a su hijo. Yeon se inclinó hacia Miseok para tomar un puñado de palomitas.

—¿Papá está bien? —le cuestionó en un susurro.

—Solo está preocupado por Hoseok —dijo, en el mismo tono, para que nadie más escuchará—, pensó que tal vez era lobo y que se presentaría en su cumpleaños.

—Pero dijeron que lo habían rescatado de ser devorado por un lobo y que su madre era humana.

—Fue así, pero tu papá tenía la esperanza que su padre haya sido lobo y él también lo fuera.

—Tal vez lo sea —comentó Miseok, su padre lo miró incrédulo—. Puede que se presente más tarde, hay algo en él que me dice que no es humano… no del todo.

—Sea humano o no, es tu hermano —dijo Yeon—. Dejemos ese tema de lado y disfrutemos del día de familia.

—Bien.

—Padre, Seokjin derramó mi bebida —acusó Hoseok, su hijo mayor volcó los ojos riendo.

—No seas llorón, fuiste tú quien comenzó con la pelea —rebatió el alfa menor.

Yeon los ignoró a ambos, amaba a sus tres hijos y aunque uno de ellos no fuera de sangre ni lobo, lo cuidaría y daría su vida por él.

—Basta —habló Naemin—, dejen de comportarse como inmaduros, Hoseok, ve por una franela para limpiar el sillón.

—Pero…

—Sin peros —le calló su papá. Hoseok obedeció yendo a la cocina—, Seokjin controla tu fuerza.

—¿Hasta cuándo le diremos la verdad? —cuestionó él.

—Nunca —respondió Yeon—, Hoseok va a crecer con nosotros y lo mantendremos a salvó de cualquier lobo.