✧Chipinque✧_ [Chip x Dale]

♡Problemas♥︎

8:00 AM Hora de trabajar.

"La buena lluvia sabe cuando caer"

Había escuchado esa frase en una série que fue popular hace un rato y ahora nadie recuerda, pero tenía buenas frases y aquella de la lluvia no podía ser más cierta.

No tenía ganas de nada, ni siquiera de levantarse a abrir las cortinas de su habitación.

Sin embargo no iría a trabajar, no hoy y tal vez mañana tampoco.

Aquella ardilla se había levantado de la cama para llamar a su trabajo e informar que no iría pues empezaba a sentirse enfermo y no quería contagiar a nadie.

¿Sabian que bajo mucha tristeza puedes enfermar? Pues Chip ahora lo sabía y no se sentía bien, su cuerpo se sentía débil y ni hablar de su dolor de cabeza.

- Carajo...- Con sólo tocar su cabeza era doloroso por lo que tomó una pastillas de su botiquín y volvió a la cama.- No es posible que ese imbécil me haya hecho esto otra vez...— Quiso dormir nuevamente pero le era difícil.

De la nada el timbre lo saco de sus pensamientos. Con pesar se levantó de la cama y fue hasta la puerta y al abrirla reconoció la silueta de su vecino quien se hallaba con una sombrilla y una cachorra en su brazo.

- Buenos días, vecinito!.- Decía el gallo.- Oiga, disculpe la molestia pero desde ayer me encargo a su perrita y pues no es que me moleste pero José ya se enojo por que mordió sus muebles y no quiero problemas con mi señor... Usted entiende.

Tan deprimido estaba que no recordó a su bebé, ¿Cómo pudo ser tan irresponsable?.

- Mierda, disculpe eso enserio.- Abrió la reja y dejó la puerta abierta para que Millie entrará, la cachorra quien entró rápido por la lluvia. Saludo a su dueño con una lamida antes de entrar.- Gracias y disculpe las molestias.

- No se preocupe, ahí cuando guste-.- De repente notó la cara y el estado en el que su vecino se hallaba. Parecía que había escuchado 5 horas seguidas un mix con canciones en español y no precisamente canciones felices.

- ¿Decia?.- Ni siquiera le importaba que estaba lloviendo.

- Ah nada... Lo veo después, ya no le quitó su tiempo. Ahorita nos vemos.- Se despidió apenado.

El gallo vio como a pasos lentos entró Chip a su hogar, como si hubiera un día soleado y no tuviera prisa por entrar.

Francisco llegó a su hogar y fue recibido por el perico verde quien anteriormente había puesto la mesa para desayunar.

- Olá meu amor. ¿Ya dejaste al perro?.- Sonrió dando a entender que aún seguía molesto por sus muebles.

- Si, José. Ya no te enojes, luego te compró otros.- Dijo mientras abrazaba por detrás al perico quedando su barbilla arriba de la cabeza de su pareja.

- No es eso, Panchito, pero sabes que opinó de que se aprovechen de tu amabilidad.- Volteó a mirarle y besarle.- Agora sente-se, o café da manhã está pronto.

- ¿A que te refieres con que se aprovechan?.— Pregunto al mismo tiempo que se sentaba enfrenté de José.

- A que nuestro vecino dijo que sólo serían una horas y mira lo que pasó, ya hasta me debe mis zapatos.

- Ay José, no creo que debamos juzgar... Esa ardilla no se veía muy bien.

- ¿O que você quer dizer com isso?.

- Pues mira... No quiero suponer nada pero, ¿Recuerdas lo que pasó hace unos años con el asunto de Donald y los rumores sobre nuestra relación?.

- Claro, aunque sabes que no me gusta acordarme mucho de eso, fue una mala temporada para nosotros y Donald casi pierde su trabajo por nuestra culpa.