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Hongjoong miraba desde lejos la mesa donde se encontraba Seonghwa junto a sus amigos. Estaba dudando si acercarse o no, no se sentía preparado, si podría ser una persona super extrovertida y social pero cuando se trataba del presidente la timidez se apoderaba de si mismo. Muy a pesar de que el mismo presidente lo había invitado a su mesa en su mente pasaba la idea de que quizás este lo rechazaría al siquiera acercarse por haberse olvidado o algo así.

Cuando vio a Yeosang sentarse junto a los tres chicos volvió a reconsiderar la idea de ir y acercarse a hablarle. Pero sus pies no se movían.

Sus manos empezaron a picar. Tenía una idea.

La mesa estaba cerca al hombre con un carrito que vendía snacks. Podía pasar por al lado y si lo ignoraban podía simplemente pasar de largo y fingir que sólo iba a comprar algo, si hacía eso no quedaría como estúpido.

Por favor que alguien le recuerde que lo invitaron y que no quedaría como tonto al acercarse.

Pero bueno, Hongjoong siempre tenía que pensar desde la negatividad y armar un plan para no perder su orgullo.

Emprendió camino hasta la mesa a paso lento y jugando con la funda de su celular para pasar desapercibido.

Sintió algo de decepción cuando paso por la mesa de aquellos chicos y ninguno se inmutó. Siguió caminando tratando de no afligirse y se acercó al carro con su dignidad intacta pero su decepción llenando su ser.

Vieron siempre hay que tener un plan.

Una vez compro un paquete de maná con relleno, un agua y dos picodulces. Volvió por donde había venido dispuesto a ir a su curso a probablemente llorar en el chat de sus amigos.

Justo luego de haber pasado otra vez la mesa donde estaba Seonghwa y sus amigos, escuchó un llamado a su espalda haciendo que detenga un paso.

— Hey! Hongjoong ven.

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Crush | Seongjoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora