EP. 4

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Minho sintió su cuerpo extraño, no lo podía mover, sentía cómo si lo tuvieran amarrado. Gracias a esa extraña sensación se despertó de su profundo sueño. Como era de esperarse al despertar vio el techo, sin embargo, después dirigió su mirada hacia dónde sentía una pesadez y encontró el motivo; era un dormido Han aferrándose al cuerpo del humano en un abrazo.

La expresión de Minho era de confusión y un poco de asco, sin dudarlo le dio una patada a su acompañante tirándolo de la cama.

— ¡¿QUÉ TE PASA?! ¡¿POR QUÉ ME ABRAZAS?!

Se quejó un molesto un humano.

— ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Ya está el desayuno?

Han pronunciaba de manera somnolienta, lo había despertado el santo golpe que le había puesto Minho.

— ¿Quién te dijo que podías abrazarme? ¡Sólo mis gatos hacen eso!

—Shhhh. No grites tan temprano, ¿no ves que apenas me puedo despertar?

Han se mantuvo unos momentos más tirado en el piso cuando al fin se dispuso a sentarse para comenzar a estirar todo su cuerpo y empezó a decir: —Respondiendo tus preguntas: primero, es algo que no puedo evitar ¿acaso tú puedes controlar lo que haces cuando duermes? Para que pases tip. Segundo, no puedes patearme de la nada, maldita sea, tengo tres horas de sueño encima mientras que tú tienes siete.

—Pensé que habías dormido desde antes.

—Soy un ser místico de la estrellas, mi vida se basa en la noche, yo duermo en el día. Hace tres horas que empezó a salir el sol.

—Lo siento mucho, gran y poderoso ser, pero ahora estás en el mundo humano y lamentablemente no estás con un humano nocturno, te tendrás que acostumbrar a mi horario mientras estés conmigo— decía mientras arreglaba la cama.

Han se terminó de estirar, se puso de pie y observó cada uno de los movimientos del humano.

— ¿Las camas se arreglan?

Preguntó el ser de las estrellas.

—Sí, ¿no lo haces?

Han rio de manera avergonzada y respondió: —No... ni siquiera arreglo mi habitación.

Minho puso una cara de incredulidad al escuchar tal confesión. Antes de que pudiera decir algo, el grito de Jeongin llamándolos para desayunar los interrumpió.





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Los invitados bajaron al comedor después de haberse aseado, ahí los esperaba un chico rubio.

— ¿Qué hiciste de comer, Innie?

—Buenos días a los dos. Hice de comer huevos estrellados— respondía mientras hacía unas marcaciones en un mapa que tenía sobre la mesa —Ya tengo hecha una ruta para que lleguen rápidamente al templo del príncipe Hyunjin.

Sin dudarlo, Minho fue corriendo al comedor, él necesitaba saber la manera de llegar a sus amadas mascotas. Han también lo siguió.

—El templo del príncipe Hyunjin está en Leiney, el país vecino.

El chico de las constelaciones  - [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora