EP. 8

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Han puso una última caja de madera en la carreta mientras decía: —Listo, señor. La última caja.

En seguida, un señor de unos setenta años regresó a verlo y le agradeció: —Gracias, muchacho. Ustedes dos me ayudaron bastante. ¿Cómo puedo agradecerles?

—Si no es mucha molestia... ¿Podría llevarnos a la Aldea de las Ocho Colinas?

Respondió Minho.

—Distinguidos jóvenes, ¿por qué quieren ir a una humilde aleda cómo lo es mi hogar?

—Tenemos que encontrar a alguien en las Ocho Colinas, así que tenemos que pasar por la aldea

Habló Han.

—Si llegamos más rápido a la aldea sería muchísimo mejor para nosotros, de verdad nos urge llegar a esas colinas.

Comentó el joven humano.

—Con gusto los llevo a mi aldea, está muy cerca, llegaremos en la tarde. Si se van a esa hora, podrán acampar cerca de las colinas antes de que el sol caiga.

— ¡Excelente!

Exclamó el ser de las estrellas con mucho entusiasmo y ambos jóvenes se subieron a la carreta, la cual empezó a andar.

—Han, tenemos que llegar a las colinas mañana. Por favor no te distraigas, NI siquiera te pongas a estar ayudando a las personas, no tenemos tiempo para eso.

El joven humano le susurró a su acompañante.





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La campana de la puerta se escuchó, eso avisó a los dueños de la panadería que tenían clientes. En ese momento Changbin no se encontraba en el lugar ya que fue a comparar ingredientes, así que Felix salió emocionado a recibirlos, porque tenía la esperanza que fuera su amigo con su acompañante. Sin embargo, su rostro cambió por completo al ver al cliente... o más bien, de ver a la clienta. Era su amiga de la infancia, Hanbyeol.

—Buen día, Felix. Tanto tiempo sin vernos.

Saludó la joven que usaba dos coletas y un largo vestido elegante.

—Hanbyeol... Que sorpresa verte por aquí. ¡Hace cinco años que no te veía!

Devolvió el saludo el joven pecoso. Estaba muy feliz de volver a ver a su amiga.

— ¿Minho se encuentra en la ciudad?

— ¿Minho? Él no se encuentra en la ciudad. Salió a un viaje desde hace cuatro días.

—Oh...— la chica bajó la mirada, parecía decepcionada —Me hubiera gustado hablar con él y disculparme.

—Hmmm... Minho ha cambiado bastante desde que te fuiste, ahora ya no es agresivo, pero fue debido a que se aisló de todos. Él no vive en la ciudad sino que vive a las afueras, sólo viene a visitarnos y a trabajar.

— ¿Si consiguió el puesto que quería?

— ¡Claro! Changbin y yo estamos casados gracias a él. Pero gracias a eso casi pierde su trabajo— soltó una risa apenada —No lo despidieron, sólo lo bajaron a atención ciudadana. O cómo dijo el director: "Te ascendemos a recepcionista"— empezó a reír divertido —Debiste de ver la cara de Minho cuando le dijeron que tenía que atender a las personas, fue tan divertida... Aunque me siento un poco culpable porque perdió ese puesto que tanto soñaba.

—Aunque sólo lo quería para casarlos, así que cumplió con su cometido.

—Exactamente. Pero ahora que ya cumplió con eso, sólo sigue trabajando por costumbre... Se le ve muy apagado— la expresión del chico rubio cambió a una de tristeza —Desearía poder ayudarle a cumplir su sueño de ser un bailarín de los musicales que se hacen en el teatro de la capital de este país... Tristemente él ya no tiene deseos de bailar desde que pasó esa tragedia con sus padres.

—En realidad... Él dejó de bailar desde que me fui de la ciudad.

En el rostro de Felix había confusión tremenda por las palabras de la chica, así que preguntó: — ¿A qué te refieres?

—Es cierto que dejó de ir a clases de baile cuando ocurrió esa tragedia. Pero siguió bailando para mí. Yo lo alentaba a que siguiera sus sueños... pero... me fui...

— ¿Por qué lo hiciste, Hanbyeol? Minho nunca nos dijo el porqué de tu partida, sólo nos dijo que te habías ido.

—No me gustaba que Minho se la pasara peleando con todos los que le querían dirigir la palabra o pedir un favor inofensivo... Es cierto que sufrió de acoso cuando estaba en la escuela gracias a todo lo que pasó con sus padres y que eso desencadenó a que se defendiera de sus agresores... Pero empecé a odiar en lo que se estaba convirtiendo poco a poco... En un ser agresivo, amargado y lleno de odio. Así que no pude aguantarlo más y le dije a mi padre que nos fuéramos a Cley, que inventara una excusa de que había encontrado un nuevo trabajo. Sin embargo no funcionó, Minho había escuchado toda la conversación que tuve con mi padre.

—Es por eso que estaba todo deprimido cuando acudió a nosotros... Hanbyeol, lo que te voy a contar no es para que te sientas mal por haber huido de un lugar en el que no te sentías cómoda. Bien sé que querías ayudar a Minho, pero él no cooperaba, así que estuvo bien que te hayas alejado de él.

—Gracias, Felix... Todos estos años me he sentido triste por haberlo dejado a su suerte... ¿Qué es lo que me vas a contar?

—Minho cayó en un estado de tristeza algo grande... Empezó a tomar mucho y descuidó mucho su trabajo. Nosotros intentamos de mil maneras amables hacerlo reaccionar, pero fue inútil, tuvimos que recurrir a las medidas extremas y Changbin le dio unas buenas bofetadas mientras yo le hablaba de una manera fuerte, curiosamente funcionó. Dejó la bebida y se instaló en las afueras de la ciudad, en el campo, y adoptó a dos gatos más.

—Wow... Minho tuvo que pasar por mucho... Es alguien bastante fuerte.

—Algo así... Aunque sigue siendo alguien amargado y gruñón. Espero que el viaje que esté haciendo ayude a cambiarlo.

El sonido de la campana llamó la atención de los dos chicos, alguien había entrado al local.

— ¡Cariño! ¡Ya llegué! — Changbin había anunciado su llegada de una manera sonriente, pero su sonrisa se borró al ver a la chica, estaba muy sorprendido — ¿Hanbyeol? ¿De verdad eres Hanbyeol?

La chica sonrió de una manera cálida y añadió: —Sí, Changbin, soy yo.

El chico de las constelaciones  - [MinSung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora