Camber

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¿Cuándo es que planeas despertar estúpido, 'Samu?  Tienes a mamá muerta de miedo. Papá volvió a fumar y yo te he comprado un montón de flanes, me los tengo que comer porque no despiertas y la fecha de caducidad de muchos se acerca después de algunos días. Son flanes caseros, de los que te gustan.

Los reporteros se han cansado de preguntarme cuándo voy a volver a las pistas, pero la única pista que me espera hasta que despiertes es la de la casa hasta el hospital donde parece te hiciste residente permanente. 

Tu cabello ya empieza a crecer, dijeron que quizás no te iba a crecer, pero mírate, incluso con una quemadura como la que tienes, con todo e injerto de piel, luciendo como el monstruo de Frankestein, sigues luciendo guapo, es decir. Te pareces a mí. 

Oye, 'Samu. 

¿Cuándo planeas volver? 

—'Tsumu —la amable voz de su madre lo llama desde la puerta anunciando su llegada y el menor de los gemelos se incorpora sonriendo. 

—¿Estás segura que te quieres quedar? Puedo hacerlo yo —ofrece la silla a su madre que sonríe con amor, no quiere decirlo, pero a su parecer la mujer ha envejecido unos diez años en esos meses que llevan de rutina en un costoso hospital de la ciudad de Tokio. 

—No, cariño, te has quedado dos días seguidos, ve a casa y descansa —dice ella acariciando la mejilla de su hijo mientras que deja ir su mirada hasta el que duerme y es ayudado a vivir por máquinas que lo mantienen dentro de estándares razonables. 

Está durmiendo de forma intencional pues necesitan que se termine de recuperar. 

Cualquiera hubiera muerto en una volcadura y un incendió, relativamente Miya Osamu estuvo muerto durante cinco minutos, pero fue revivido gracias a la pronta intervención del equipo paramédico. Aunque los doctores han asegurado, que si el corredor despierta, quizás lo haga con algún daño cerebral grave, por el momento es imposible saber la magnitud de ese daño, pero a la familia no le importa, sólo quieren saber que su hijo volverá a abrir los ojos. 

Atsumu y Osamu han tenido una promesa, desde que decidieron volverse profesionales, esa promesa, entre muchas otras, consistía en que si alguno de los dos acababa por convertirse en un vegetal tras un accidente, el otro iba a desconectar los cables "discretamente" para darle una muerte digna. Son de las cosas que hablan los gemelos cuando están a solas uno a lado del otro desnudando su corazón. 

Pero aunque es algo que los dos se prometieron, y Atsumu está seguro que Osamu hubiera cumplido al escuchar toda la serie de complicaciones e impedimentos con los que tendrá que vivir una vez que despierte, él no tiene el corazón para ver morir a su otra mitad. 

Después de un amoroso beso de su madre se despide. Seguramente su padre se ha quedado en casa. Él no quiere volver ahí porque quedarse con su padre es escucharlo lanzar indirectas con respecto a que no cuidó a su hermano, que prefirió dejarlo atrás con esos dos asesinos. 

Asesinos, dice. 

Uno de ellos era Kiyoomi, el que fue su novio por un tiempo y con quien ahora tiene una extraña relación a la que no puede clasificar tan sencillamente como quisiera. El accidente se dio en un punto ciego de las cámaras de seguimientos, el peritaje lanzaba dos teorías, que Osamu había rozado con una de las barreras de seguridad o que había sido provocado por una maniobra ilegal. Un neumático había tocado el del monoplaza de su hermano, sin embargo era difícil definir si había sido el de Kiyoomi Sakusa o el de Wakatoshi Ushijima. 

Cuando Atsumu le pidió explicaciones a su novio éste no dijo nada, incluso durante las entrevistas para el peritaje, ni Ushijima ni Sakusa dijeron nada. 

Blisters [Haikyuu!! - SakuAtsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora