Blisters [Haikyuu!! - SakuAtsu]

Racetrack

Miya observa fijamente a Issei sentado en el sofá de rosa extravagante del motel donde acabaron gracias a la maldita incursión de Kiyoomi en el mundo del automovilismo clandestino. No lo había visto en persona en casi dos años y ahora que se reencontraban, Atsumu acababa encerrado en una habitación de un hotel del amor con temática de Hello Kitty, la única disponible a esa hora. Recordar los sucesos le hacían doler el estómago, sobre todo por la mirada sorprendida y confundida que Kiyoomi le dio cuando los hombres de Issei lo obligaron a subirse al auto con ese mafioso que tenía una trompa de elefante por pene. 

—¿Quieres el condón de menta o el de sabor chicle? —pregunta Issei y Atsumu arruga los labios, la expresión es evidente de disgusto, pero dos segundos después lanza una sonrisa complaciente, mientras que se cruza de brazos pensando.

—Supongo que el de chicle, quizás así se hace elástico y esto no termina por joderme —rezonga mientras que aparta el fleco de su rostro para acercarse hasta dónde está el otro hombre abierto de piernas esperando con una sonrisa en sus labios y mostrando los sobres que contenían los condones. 

Atsumu hace el ademán de tomarlo entre sus dedos pero Issei lo retira rápidamente para alejárselo al rubio, este rueda la mirada exhausto, no tiene ganas de nada, pero debe de sonreír con la mejor cara que tiene porque ha visto la pistola que el moreno ha dejado descuidadamente en la pretina de su pantalón, quizás lo hace como una advertencia silenciosa para sus compañeros de juegos nocturnos. 

—Con la boca —pide Issei mientras que Atsumu rueda la mirada otra vez fastidiado y se flexional a tomar entre sus labios el sobre del condón que le entrega Issei sonriendo satisfecho. 

El mafioso hace hacia atrás algunos mechones de rizos para observar en todo su esplendor a Atsumu abrir el condón con su dientes, mientras tanto el rubio solo piensa en que jamás había abierto un condón con los dientes porque no es correcto, es una práctica muy de las porno, aunque ahora mismo se siente dentro de una película para adultos. 

Issei señala con su mirada la cama y Atsumu asiente volviendo hacia donde Kiyoomi lo espera sentado con las manos en cada pierna. El de los lunares se siente realmente sacado de foco, fuera de esa realidad, no puede dejar de ver a Issei y a otro tipo que lo acompaña como su guardaespaldas, aunque su atención cae directamente en Atsumu que se hinca frente a él. La visión no es extraña, es bastante familiar, sin embargo la situación si que es toda una alucinación. 

*** Una horas antes ***

La marcadora de salida no dudó en hondear un brasier rojo haciendo que los dos autos derraparan el neumático antes de salir a todo motor hacia la estrecha carretera que se abría paso entre un acantilado y una pared de piedra. Atsumu no dudó en desacelerar un poco metiendo cambios de velocidad en el momento en que cambió su posición, lanzando a Kiyoomi hacia el lado de la pared de piedra, protegiéndolo un poco. 

El auto de Kiyoomi serpenteó en la pista sintiendo la diferencia de amarre que las llantas tenían, incluso el peso y la fuerza del volante eran totalmente distinto a lo que estaba acostumbrado, y el tratar de adaptarse a una alta velocidad le costó la delantera. Vio pasar el auto de Atsumu por un costado y maldijo acelerando. 

Como Kiyoomi le había advertido que iba a desacelerar si él lo hacía, a Atsumu no le quedaba más remedio que acelerar para que Kiyoomi lo hiciera, en el último momento cuando llegaran a la meta, él iba a frenar para dejar ganar al moreno. 

Seguía enojado con él, claro que seguía muy enojado. Sin embargo, eso no quitaba que Kiyoomi había sido, era y seguramente seguiría siendo una de las personas más importantes en su vida. Era el hombre que más había y seguía amando entre todas las personas que existen en el mundo, pese a su terrible actitud como novio, sus extraños y confusos sentimientos por Wakatoshi y esa manía por mantener todo en estricto orden.