Barbie y las 12 princesas bailarinas (Derek x F!Reader)

Capítulo 3: Cumpleaños

Por la tarde, estabas jugando al ajedrez con tu padre en la sala del trono. 

—¿En qué habíamos quedado? Alfil a reina tres —el rey Randolph movió la pieza en el tablero.

—Hm. Quieres hacerme pagar por ganarte la última vez.

—Exacto —dijo tu padre. Miraste todas las piezas antes de sonreír con picardía. 

—Tendrás que esperar un poco más. Torre toma alfil —moviste la pieza mientras tu padre gemía. 

—¡Oh! ¿Cómo no pensé en eso?

Te reíste antes de empezar a llegar al punto que quieres informar. —Papá, me preguntaba…

—¿Si sería bueno contigo? No. Caballo a rey cuatro —movió la pieza pero seguiste hablando de Rowena.

—Es sobre la prima Rowena.

—Encantadora, ¿no es cierto? —comentó. 

—Muy, eh... elegante. Pero lo está cambiando todo. Quiere que lo hagamos todo a su manera.

—Tal como le pedí —respondió. 

—Pero estábamos bien antes.

—Oh, eso no es lo que he oído, T/n.

Te diste la vuelta para ver a Rowena salir de la sombra con el carrito de dulces y té. 

—Pero quizás tengas razón. Hay tanto trabajo que hacer, que tal vez yo no sea la indicada para la tarea —dijo Rowena, dejando el carro mientras actuaba dramáticamente—. Lo que realmente necesitan es todo un equipo. Profesores de protocolo, dicción, lenguaje, etiqueta, estilo. Es agotador sólo pensar en ello. Yo debería irme. Sí, debería.

Miró con una leve sonrisa cuando el rey Randolph se puso de pie y le rogó que se quedara.

 —No, Rowena, no debes. Mis chicas te necesitan, no puedo ponerlas en ridículo delante de todo el reino trayendo un grupo de profesores. Ya se habla bastante de ellas. 

—Bien, si realmente crees que puedo ser útil.

—¿Está arreglado entonces? —murmuró el rey con incertidumbre. 

—Pero papá… —corriste hacia él.

—Deben escuchar a la duquesa. Sabe lo que es bueno para ustedes.  No quiero oír más sobre el tema —dijo en voz alta, defendiendo a Rowena.

Suspiraste porque no podías desobedecerlo. 

—Sí, papá —saliste de la sala del trono mientras Twyla se quejaba, antes de seguirte.

El rey Randolph vio que te marchabas antes de suspirar angustiado. —Odio verla molesta.

Rowena vertió el té en la taza mientras le decía al rey que se calmara.

—Las chicas son tan emotivas. Lo que necesitan es una buena orientación —dijo terminando el té—. Ten, querido primo, prueba este té. Suave y refrescante —le dio una  taza al rey—. Para tu salud —dijo con una sonrisa maligna antes de tomar un sorbo.

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Todas las chicas te rodearon mientras les contabas sobre el evento anterior. 

—No escuchara. Cree que Rowena nos está ayudando.

—Esto no puede seguir para siempre, ¿o si? —dijo Blair. Ashlyn se acercó mientras trataba de aligerar el ambiente. 

—Al menos mañana será un buen día —sonrió a las trillizas.

—¿Habrá pastel? —preguntó Lacey, emocionada.