Capítulo 4: Mundo mágico

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Todas aparecieron en la puerta de entrada. Fuiste al balcón y miraste la vista con asombro. Viste la única tierra rodeada por el agua. 

—Es asombroso —murmuraste con asombro. 

—Pellizcame. Que estoy soñando —dijo Ashlyn. 

—Entonces yo tengo el mismo sueño —Blair habló. 

—¿Qué crees… —dijo Hadley mientras Isla decía a continuación—. ¿Qué sea eso?

—Averiguemoslo  —respondiste antes de bajar y encontrar el bote en el que cabían las doce , todas entraron antes de que el bote los escoltara a la tierra. 

—Los árboles son de oro y plata —describió Delia mientras miraba los árboles. 

—Es como en el cuento —Edeline estuvo de acuerdo. 

—Miren.  

—¡Es asombroso!

—¡Que hermosas flores 

El bote se detuvo y todas comenzaron a salir, miras hacia atrás mientras Twyla saltaba y aterrizaba de manera segura. Te reíste levemente antes de entrar al pabellón. Miraste alrededor del pabellón, ya que se parecía al de tu madre en el jardín. 

—Es igual al  Pabellón de baile de mamá —señalaste al ver las mismas piedras de flores en el centro.

—Desearía que tuviéramos algo de música —Murmuras, pero las flores doradas escucharon y concedieron tu deseo mientras el polvo dorado llovía sobre el retrato del instrumento. Luego comenzó a reproducir la música. 

—¿Ustedes vieron eso? —le preguntaste a Lacey, quien solo asintió. Luego tomaste su mano mientras la invitabas—. Vamos, Lacey. Baila conmigo.

Giraste junto con Lacey. Todas comenzaron a bailar junto con la canción mientras disfrutaban el tiempo que estaban aquí. Luego viste a Lacey tropezar antes de caer al suelo. Te acercaste a ella mientras levantaba su rodilla sangrante. 

—Siempre me pasa algo como esto —Lacey se quejó, sonreíste cálidamente, tratando de tranquilizarla. 

—Solía ​​ser así cuando empecé. A mi me pareció que bailabas muy bien. Vamos, ven a lavarte.

La ayudaste a levantarse mientras te dirigías a la fuente cercana. Mojaste el pañuelo en el agua antes de limpiar la sangre de su herida, pero la herida se curó mágicamente, sorprendiéndolas.

—¿Qué fue eso? —Lacey exhaló. 

—No lo sé. Tal vez el agua es mágica —murmuras con una sonrisa. Lacey se rió mientras tomaba agua con las manos. 

—Esto me vendría bien todo el tiempo.

Te reíste mientras Lacey mojaba una pequeña botella con el agua mágica y la guardaba en su bolsillo.

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Habías puesto a las trillizas a dormir mientras el resto seguía bailando. Cuando la música se detuvo, miraste tus zapatos gastados. 

—¡Oh! Realmente desgasté mis zapatillas.

—Yo también —Courtney estuvo de acuerdo mientras miraba sus zapatillas

—Es una señal, saben —Ashlyn dijo cuando le preguntaste—. ¿de que?

—De que ya bailamos bastante por una noche. Mejor nos vamos a casa antes de que Rowena se de cuenta de que nos fuimos.

Todas las chicas se acercaron a Ashlyn. Te quejaste por lo bajo porque te sentías mal por dejar este lugar mágico.

—Oh, odio irme. Podría bailar para siempre.

Diste tres vueltas antes de que fueran al bote y se dirigieran a la puerta de entrada para regresar al dormitorio. Acariciaste la cabeza de Twyla con amor mientras mirabas detrás del pabellón con tristeza.

Fuiste al lado de Lacey con tu mano sosteniendo las zapatillas.

—¿Les gustó el cumpleaños después de todo? —tiraste de la manta más arriba mientras Lacey respondía.

—Sí. Gracias, T/n —le diste un beso de buenas noches en la frente antes de irte a la cama. 

—Buenas noches, chicas. Buenas noches, Twyla.

Colocaste las zapatillas en la caja, te arropaste y cerraste los ojos para dormir.

Barbie y las 12 princesas bailarinas (Derek x F!Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora