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- ¿Porque no viniste ayer?
Aquí estoy otro día mas en esta cafetería y otro día mas peleando con el gerente.
- Nisiquiera me diste una excusa
Bueno, estaba de camino hacia la cafetería hasta que un chico de la nada me agarron, le rompi la nariz al chico por intentar secuestrarme, desperté en una casa desconocida donde apareció una chica que le dijo que me devolviera y luego caí inconsciente.
Si eso definitivamente no iba a funcionar haci que lo más prudente era...
- No escuche mi alarma - me excusó
- Bien, que sea la última vez
Con esas últimas palabras salgo de la oficina y me dirijo hacia las mesas.
- Veronica la mesa cuatro necesita los menús y la mesa cinco necesita tomar una orden
Ahg Cindy y su voz irritante...
Llevo los menús a la mesa cuatro y les reparto los jugos que han pedido. Me dirijo hacia la mesa cinco y encuentro a un chico.
- Bienvenido que deseara el día de hoy - le doy mi mejor sonrisa
Detesto fingir estar feliz cuando acabó de pelearme con el gerente.
El chico frente a mi, sigue mirando el menú.
- Un capuchino - responde y su voz me suena familiar
Frunzo el ceño no se como su voz puede sonar familiar porque nunca lo había visto por aquí.
- ¿Desea algo más?
- No, sería todo gracias
Extiende el menú y levanta si cabeza sus ojos conectan con lo mios. Al ver su rostro doy un paso inconscientemente hacia tras.
Reconocería esa maldita cara donde fuera, mandíbula cuadrada, grandes ojos azules, cabello rubio, cejas enmarcadas, nariz respingada. Este es el loco que intento secuestrarme.
- ¿Estas bien? - pregunta y intenta acercar su mano para tocarme
- Tu - le acuso mientras retrocedo
El secuestrador me mira confundido como si no se esperara mi reacción.
Si claro se podrá hacer el idiota pero su estúpida cara nunca la olvidaria.
- Aparte de loco y secuestrandor ahora eres acosador
- ¿Que?
- Deja de seguirme maníaco
Le doy la espalda y me dirijo a la cocina, hay se encontraba el gerente con cara de perro amargado.
