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¡Verónica espera!
- ¡¿Maldita sea no podías decirme antes?! - giro para mirarlo - Que íbamos a desaparecer y aparecer en otro lugar y sin contar el humos que nos rodeo
- No era para tanto - sonríe y por primera vez quiero quitarle la sonrisa de un golpe
- ¡Casi muero de un ataque!
Saco las llaves de mi departamento y abro la puerta principal. Enciendo la luz de la cocina y casi pego un grito del susto.
Unos llamativos ojos marrones se hacen presente en la cocina.
No puede ser ella esta aquí.
¿Y si ya no la quieren allí? ¿Como logro salir? ¿Que hizo esta vez?
- ¿Por donde entraste? - pregunto
- La ventana
- Que haces aquí debes estar en...
- En el orfanato ya lo se
Sus ojos me miran con enojo y sus labios están apretados.
Esta furiosa.
- No me llamaste - brama mientras baja de la encimera - Por tres dias
- Bueno estaba ocupada
- Claro ocupada - la ironía en su voz me deja saber que no me creé
Se acerca a mi y me da la misma mirada que le hago cuando se que me está mintiendo.
- Sabes - me mira y me da una sonrisa ladeada - Tu nunca me rechazarias mis llamadas y mucho menos las ignorarias, no importa a la hora que sean siempre contestas
Mierda.
Era cierto, no importaba que horas de la madrugada fueran o si estaba en el trabajo, siempre contestaba sus llamadas.
- Así que me estas mintiendo - levanta el mentó a mi dirección - ¿Donde estabas Verónica?
- Verónica - la vos de Hermes se hace presente y maldigo por eso
Zoe me da una expresión de sorpresa.
- Por eso no contestabas mis llamadas - alza una ceja y cruza sus manos en su pecho
- Zoe no es lo que crees
Ambas nos miramos y todo se va a la mierda cuando Hermes habla.
- Creo que deberían pararle a su drama - opina Hermes
- A ti nadie te pregunto güerito, así que ahórrate las opiniones - brama mi hermana
- ¡Zoe!
- ¡Que, el empezó! - señala a Hermes - Nisiquiera se quien es y porque esta en tu casa
