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A
l entrar al Gran salón lo primero que ven mis ojos son unos grandes asientos lo cual creo que son los tronos que Vera dijo.
Hay once tronos en total pero uno de ellos esta vacio.
Tres de ellos son ocupados por mujeres pelinegras con aura dominate y segura mientras las otras dos mujeres son todo lo contrario.
La mujer rubia es imnotisante su belleza me deja atonita, con su aura lujuriosa. Miro a la otra mujer de cabellera color caoba quien tiene un aura inocente pero perturbadora.
Sus ojos viajan hasta los hombres quienes son todo lo contrario a ellas.
Tres de aquellos hombres imponentes son rubios y uno de ellos pelinegro.
Es extraño estar en un lugar completamente diferente, donde sabes que no encajas.
Hermes se encuentra en uno de los tronos.
Aura sacude su mano dándonos la señal de que el baile de iniciación comenzará.
Bien. Todo saldrá bien. Lo harás excelente.
Me motivo por ultima ves y tomo una respiración largar.
Las chicas se alinean en una fila y las imito. Colocándo me detrás de Vera.
La musica suena, levanto mis manos de manera lenta mientras la línea poco a poco se dispersa.
Y yo busco un espacio hasta colocarme al lado de Vera.
La musica me envuele y me olvido de todo alrededor, hago circulos con mis pechos y muevo mis caderas en un vaivén lento y tortuoso para los presentes.
Mi vista viaja hacia los presentes que miran el show con fascinación.
Me muevo de lado y cambio el ritmo de mis caderas. Aura me incita con la mirada a dar mi mayor espectáculo, Vera quien estaba a mi lado cambia de lugar conmigo.
Vacilo de lado a lado y levanto mis manos al son de la música, mis caderas se mueven con frenesí.
Dejo que la música me guíe por segunda vez y sea quien me incite a darlo todo. La tela envuelta alrededor de mi cintura es ligera y hace que los movimientos se vean pronunciados.
Mis otras compañeras dan vueltas alrededor de nosotras haciendo un círculo y la música se vuelve lenta igual que el cotoneo de caderas.
Tomo el velo de mi cabello y lo quito con agilidad dejando caer mi cabello.
Auren y Vera hacen lo mismo, sus cabelleras caen.
Observo a un hombre corpulento sentado cerca de Hermes quien no deja de mirarme. Tiene el cabello hasta los hombros y de un color rubio oscuro, tiene un barba y ojos azules.
