6. Salimos juntos de aquí.

57 2 2
                                    

Tenemos a los soldados dormidos delante de nosotros,ahora tocaba enseñarle  a Sierra y Tamayo nuestra pequeña jugarreta. Les quitamos las armas, los desnudamos, a excepción de su ropa interior, y los amarramos a una silla, Mire al argentino divertida cuando despertaron, para ponerles nerviosos comencé a moverme alrededor de ellos mientras él daba la orden para que Suárez comenzará a hablar.

-Soy el inspector Suárez, al mando del Grupo Especial de Operaciones. Nos encontramos cautivos pero, he de decir, que nos están tratando correctamente. Ruego a las autoridades que mantengan un alto al fuego permanente- El inspector suspiró sonoramente, molesto de tener que hacer eso.

-Bien, muy bien.-Se fanfarroneo Palermo- Che, que no se te olvide la mejor parte.

Comencé a reírme poniéndome delante d e Suárez, sonriendo cínicamente por poder joder a cualquier policia.

-No me mires así, será divertido-Me gire a Helsinki con emoción para que empiece la música.-Metele ganas Suárez.

Ellos empezaron a cantar a desgana el bella ciao, me gire a Palermo para empezar a cantarla también, me sentía emocionada.

Una vez terminada la grabación me fui con Tokio, ahora se decidirá si vamos a recuperar a Río, es un momento tenso. Cuando por fin la vi supe que había funcionado, rápidamente nos abrazamos emocionadas.

-Accedieron Bu, nos van a devolver a Rio.- Asentí riendo suave por su emoción, no pensé ver a Tokio así nunca.

Salí de allí una vez entró Nairobi, sé que tienen cosas de qué hablar. Fui a una de las habitaciones que solíamos utilizar para descansar, lo necesitaba. Me tiré literalmente en uno de los sofás, suspirando rendida.
Me estaba empezando a sentir mal estar aquí encerrada tanto tiempo, a pesar de que el sitio es grande se que no puedo salir cuando quiera, quizás ni salimos. Tal vez no deberíamos haber metido en esta mierda sin tener una escapatoria clara, estamos jodidos.

-¿Dándole vueltas a todo?  No deberías pensar tanto, solo centrate en descansar mientras puedes.

Me quede mirando en silencio a Bogotá por unos segundos, incorporándome de nuevo para verle mejor, no he hablado casi con él desde que entramos aquí.

-No puedo no pensar, quiero que todos salgamos de aqui.

-Y lo vamos a hacer, no seas gilipollas eh.-Se sentó a mi lado regañándome- Con un tío loco como Palermo al mando, las maquinarias y las ganas de todos de salir ya te digo yo que lo haremos.

Asentí sin decir mucho más, me dejé caer sobre el respaldo con pereza, sonreí juguetona cuando supe que decirle.

-Nairobi, eh. Parece que vas a saco.-Me reí con él, me gusta poder hablar cómodamente sin cuidar lo que digo- Espero no vayas a broma, Nai puede joderte enterito, te lo digo por experiencia.

-Lo se, no voy a broma, no soy tan hijo de puta como crees.

Me giré a verle con una pequeña sonrisa, en estos momentos me puedo dar cuenta de que todo hubiera sido demasiado diferente si el grupo hubiera estado completo, con Moscú, Oslo y Berlín

-No creo que seas un hijo de puta, te lo digo por tu propio bien.

Otra vez estuvimos en un silencio bastante cómodo, mi mente funcionaba a toda velocidad en un vago intento de recordar hace cuánto que no tenía que estar alerta en todo momento, antes de empezar con está vida todo era tan diferente.
Podía recordar a la perfección esa sensación de vacío y aburrimiento constante, como todos los días seguía una maldita rutina, una aburrida y exasperante rutina que odie más que a nada. La sensación de mi único encuentro traumático seguía presente, acechando desde el fondo de mi cabeza para saltar en el momento menos oportuno, lo sabía por la última experiencia con Gandía, el terror me paraliza y eso me traerá problemas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 06, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Busan[Palermo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora