Do you love me too? [Editando]

Capitulo 03

Los personajes de la siguiente historia no me perteneces, son propiedad de Marvel.

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Soltó un amargo suspiro, sus ojos estaban perdidos en la carretera, en su mente no podía dejar de divagar sobre lo ocurrido, sobre Sharon, Natasha y sus sentimientos. Estaba tan nervioso, se sentía un completo idiota.
Luego de hablar con sus amigos, Sam lo convenció de ir a verla. 

Aunque había terminando cediendo ante su amigo en esos momentos sentía unas enormes ganas de abrir la puerta del copiloto y tirarse sobre la carretera. No quería llegas a perderla, ni alejarla por sus sentimientos, mas sabia que no podía continuar así, Natasha tenia que saber lo que su corazón sentía, y el tenia que liberarse. Tenia que dejar de ser un idiota cobarde y afrontar sus sentimientos.

Su corazón le latía con fuerza, estaba muy nervioso, nisiquiera sabia que palabras tendría que usar. 

¿Como le digo que la amo? ¿Como puedo decirle que mis ojos no ven mas allá de los suyos?.

Natasha era una de sus mejores amigas, gracias a ella había logrado adaptarse a esta nueva época, lo había ayudado a continuar cuando sus fuerzas lo abandonaban y lo único que quería era desaparecer, ella se había trasformado en su pilar, la que lograba colocarle los pies sobre la tierra. No podía estar seguro de cuando sus sentimientos de admiración y cariño cambiaron transformándose en amor. Y es que luego de Peggy creyó nunca poder sentirse así nuevamente, nunca hasta que la conoció a ella.

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Natasha había llegado a un edificio que parecía estar abandonado en los suburbios, luego de aparcar la moto a unos metros se encamino buscando la entrada del lugar. No podía distinguir muchos ventanales mas que algunos con los vidrios rotos y sucios. Las paredes habían perdido gran parte de su pintura producto de la humedad. Avanzando a paso cauteloso tomo una de sus armas, quitando el seguro y manteniéndola al frente en modo de precaución. 

Pudo distinguir la entrada, las puertas estaban rotas permitiéndole ver el interior del lugar en completas penumbras. Con un fuerte suspiro se lleno de valor para adentrarse al edificio, sus pasos eran lentos, inaudibles. la primera planta parecía estar vacía, no vio mas que polvo, telarañas y ratas. 

Comenzando a subir las escales camino a la segunda planta cuando una voz conocida logro sobresaltarla.

-Hasta que al fin llegas---Escucho decir a lo lejos, sus pasos se aceleraron hasta llegar a la segunda planta del edificio, al igual que la primer planta el lugar estaba sucio, cubierto de polvo y tela arañas, los dos únicos ventanales estaban cubiertos con madera vieja, evitando ver al exterior.   

Su mirada fría se dirigió hacia la silueta femenina a lo lejos, no importaba la escases de luz, o la distancia que las separaba, ella sabia perfectamente quien era, Belova.

Su ceño se frunció, Yelena era la rememoración de su pasado en carne viva. Había enterrado todo sus recuerdos en lo más profundo de su ser tras la caída de la KGB, más siendo consiente que ella no había sido vista durante el desmantelamiento de la Organización Soviética la creyó muerta.

No había buscado un cadáver que le confirmara aquello, de haberlo encontrado se hubiera negado a reconocerlo, y es que Belova era su enemiga, hermana y mayor rival. Más verla frente a ella, no le estaba sorprendiendo tanto como quizás creyó. Es que tal vez en el fondo de su corazón sabía que ella sobreviviría tras la explosión.

-¿Donde esta?---Exigió con voz firme. Estaba preocupada, necesitaba encontrarlo cuanto antes y saber que se encontraba bien, si algo le llegara a pasar por su culpa, por su pasado, ella no lograría seguir adelante.

-También te eche de menos Natalia---La respuesta en tono burlón la hizo arrugar las cejas. Sus ojos dieron otro rápido escaneo al piso, parecía ser que estaban solas, mas conociéndola sabia que eso no era posible.

-No estoy para estúpidos juegos ¿Donde lo tienes?---Dando un paso al frente de manera autoritaria Romanoff volvió preguntar.

-No lo se---Yelena formulo riéndose---En su boda quizás.

¿Que estaba diciendo?.

-Te consideraban la mejor---Volvió a hablar Belova---Supongo que el tiempo cambia realmente a las personas, los vínculos las vuelven idiotas.

-Lo dice alguien incapaz de pensar por si misma ¿quien puso esas palabras en tu boca?---Romanoff se sentía una completa idiota, había caído redondita en su tonta y simple trampa, pero el que lo nombrara la había alterado. Toda cordura se había ido al diablo, lo uso como carnada para atraerla y había funcionado.

Seguro en estos momentos se están casando.

-Me pregunto si el vendría a salvarte---Rio la rubia entre dientes.

Natasha bajo el arma con fastidio. 

-¿Cuales son tus intenciones?---Sus pasos se aproximaron mas hacia Belova. Le intrigaba que la llamara, como también la carnada que utilizo en su contra ¿Porque de todos los vengadores justo el?.

-¿Creíste que con ocultar tu pasado este se eliminaría? no puedes escapar de tus acciones Natalia---Hablo luego de unos segundos en silencio.

-Vaya el tiempo lejos te hizo toda una poeta---Romanoff le regalo una sonrisa sarcástica.

¿Ocultar su pasado?.

Vaya estupidez mas grande había oído, aunque lo allá intentado era imposible, siempre tendría sobre sus hombros el peso de sus acciones. Sabia que todo sus actos tenían consecuencias, y estaba pagando cada una de ellas. Vivía en un constante tormento, siempre sus sueños le recordaban lo que hizo, podía ver sus manos manchadas de sangre. 

-Madame quiere verte---La declaración sorprendió a Natasha.

-Por eso dicen que hierva mala nunca muere---Bufo entre dientes---¿Esta acá?---Inquirió pasando sus ojos verdes por cada rincón---Si no esta, pues tu misión fallo. No puedes enfrentarme, soy la primera y mejor viuda negra.

-Si quedara tan solo una sombra de lo que fuiste---Rio Yelena---Natalia, te has vuelto tan patética. 

La primera en atacar fue la rusa menor, siendo sus golpes esquivados con agilidad por Romanoff, quien logro encestar un puñetazo en las costillas de la rubia, con intención de destabilizarla. 

Tambaleándose un poco hacia el costado Yelena aprovechó para atacar las piernas de su hermana, logrando que cayera al suelo.

-Quien no es rival ahora---Se mofó para luego tirarle un puñetazo en dirección a su rostro, más este fue esquivado, siendo encestado de lleno contra el piso.

Natasha aprovechando el golpe rodeó el brazo de Yelena, sometiendola contra el suelo.