Lunatic | MoonSun

Epílogo.

6 años después.
Asilo Arkham.
Narrador de Hwasa.

El asilo Arkham es atacado, miles de pacientes y criminales escapan.

¿Los hombres de Luna atacaron Arkham?

Incontables heridos y muertos en el asilo Arkham.

Arkham queda destrozado después de que unos criminales entraran y causaran un revuelo.

Arkham: el asilo mental... ¿más protegido?

Han pasado 5 años desde aquella tragedia, muchos de mis trabajadores murieron y algunos renunciaron; el lugar quedó destrozado, pero afortunadamente gracias a que ganamos aquella subasta pudimos levantarnos, extender el lugar, mejorando las condiciones, la seguridad de las celdas y las cámaras.

Tal vez una parte buena de todo esto es que el desastre trajo consigo a muchos curiosos, entre ellos psiquiatras y personal médico que querían probar su capacidad en este lugar, ¿y qué más podía hacer yo si me faltaba personal? Si mi padre me viera en este estado, me daría de bastonazos.

Gracias al doctor Eric, quien aparentemente era Flash, pude salir con vida, y también nos ayudó a capturar a algunos villanos, pero desafortunadamente los más peligrosos quedaron libres, entre ellos: Hiedra Venenosa, Doble Cara, y Luna por supuesto.

Miré la hora y tomé la bandeja de comida para llevarla a la celda de siempre.

Habíamos abierto una nueva sección en el asilo, estaba enseguida del jardín, más al fondo, ahí se tenía a algunos pacientes problemáticos, y a... Solar.

Pasé mi tarjeta por la delgada ranura, la luz verde apareció y abrí la puerta; como dije, habíamos mejorado la seguridad del lugar.

La nueva área contaba con luz artificial y natural, había un enorme tragaluz que daba de lleno a la única celda del centro.

—¿Qué hay, Seungmin? —saludé al guardia encargado de cuidar el área de abajo. Esta área contaba con tres pisos, su forma era cuadrada y con las celdas alrededor.

—Hola, doctora, ¿qué tal está?

—De maravilla —sonreí brevemente y seguí caminando con Seungmin a mi lado—. ¿Cómo está?

—Bueno... pues está haciendo gimnasia... con la que debería de ser su sábana.

—Como de costumbre... —suspiré.

—Como de costumbre —susurró Seungmin.

Abrió la reja para pasar a la celda de Solar.
Me sentía mal viniendo para acá, mi relación con mi ahora esposa no marchó muy bien desde que se enteró que Solar fue secuestrada por Luna y casi se desmaya cuando vio en las noticias que reapareció como una secuaz más de Luna, o cuando se rumoreó que ellas dos estaban saliendo.

Como dijo Seungmin, Solar estaba haciendo gimnasia; de alguna manera se las había arreglado para amarrar los extremos de su sábana a los barrotes de la jaula, y había amarrado las fundas de las almohadas en el centro de estas, formando una especie de columpio.

—La doctora Ahn está aquí, Solar, viene a traerte comida —le dijo Seungmin.

Solar dejó de hacer lo que estaba haciendo y nos miró, no podía evitar sentirme mal cada que la miraba a los ojos. Tuve la oportunidad de salvarla, tuve que cambiarla desde que la vi tan inocente, tan frágil, tan amable, en especial cuando notaba ese brillo de enamoramiento en sus ojos cada que hablaba de Luna. Pude haberla salvado, pero no lo hice. Tal vez no quise creer en la realidad.