Capítulo IV: Alteridad.

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11 de marzo.

—¿Otra cita con Luna? —me preguntó Hwasa con cara de incrédula—. Hasta que Luna mejore su comportamiento habrá otra cita, Solar, ya viste lo que es capaz de hacer, ni estar amarrada a una silla con veinte guardias apuntándole al cuello la detiene.

Asentí, ¿qué más podía hacer después de ese rotundo NO?

—Okay.

Hwasa suspiró y se colgó su maletín.

—Hasta pronto, Solar. Si necesitas algo, puedes pedírselo al doctor Eric —me dijo y salió de su oficina, seguida de mí—, ¿sí? —se giró y me dio una palmada en el hombro. Asentí—. Bien, adiós — alzó su mano en señal de despedida y se fue en dirección a la salida, escoltada por Wonho.

Suspiré, de verdad quería esa otra cita con Moon Byul, pero no podía desobedecer las órdenes de Hwasa.

Caminé hasta mi oficina, al menos podría aventajar la primera parte de mi libro.


Sinceramente no fue mucho lo que escribí, por no decir nada, pues no tenía mucha información acerca de Moon Byul; así que mejor decidí personalizar mi oficina.

Creo que esta era la gran desventaja de sólo tener un paciente a tu cargo, al principio creí que por la reputación de Moon Byul sería más entretenido, pero no era así, no cuando había miles de guardias custodiando su celda y eran muy escasas las sesiones que tenía con ella; además, no creo que tenga permitido hablar con otros pacientes.

"Tal vez las cosas no iban a ser tan interesantes como pensé". Apoyé mi cabeza sobre mi mano viendo la única página del borrador de mi libro.



Miré la hora, y ya tenía que ir con Moon Byul para hacerle el chequeo. Tomé mis cosas y me fui.

Salí del elevador y caminé hasta el fondo del pasillo. Ahora el tercer piso se me hacía más increíble, pues en la guarida de ayer, Eric me llevó de tour por el lugar, mostrándome las diferentes alas y las celdas más peculiares del tercer piso. A parte de la celda de las plantas, que pertenecía a la paciente de Eric, había una en la que un tipo tenía la mitad de su cara como quemada y su cabello de ese lado era blanco, era el que siempre jugaba con una moneda; después estaba otro paciente que en su momento fue un importante doctor, hasta que se volvió loco y se convirtió en el villano espantapájaros, no se quiere quitar su máscara para asustar a los demás, pero obvio no funciona.

"Esa máscara es fea".

El guardia supo a lo que venía, y se hizo a un lado para abrir la puerta, obviamente, no sin antes formarse un equipo detrás de él para entrar junto conmigo.

Entré después del equipo de guardias, quienes volvieron a obligar a Moon Byul a colocarse en la misma posición de ayer.

— Hola doctora —me habló Moon Byul—. Y bueno, ¿cuándo tendremos esa cita?

—La doctora Ahn dijo que hasta que mejores tu comportamiento, Luna —le respondí—. De pie.

Moon Byul obedeció, no sin antes quejarse.

—¿Usted es mi psiquiatra, no? ¿No debería de programar las sesiones que quiera?

—Y la directora es la doctora Ahn, ahora guarda silencio —le dije, colocándome mi estetoscopio—. Respira —así lo hizo—. Otra vez.

Moon Byul no apartaba su mirada de mí, lo cual me ponía un poco nerviosa y algunas veces duré más tiempo de lo normal en escuchar su corazón y su respiración.

—Bien —dije en voz baja y miré por un breve instante a los ojos de Moon Byul.

Eran de un color verde casi oscuro, lo cual, contrastaba bastante bien con su cabello rojo.

Lunatic | MoonSunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora