Cuero precioso

Capítulo 7: Culpa

Advertencia: NSFW

        No pasa mucho tiempo antes de que el resto de la familia se dé cuenta de que Thomas finalmente se ha movido contigo. Bueno, era más o menos al revés, pero no era como si nadie en la familia fuera a creer que realmente habías hecho los primeros avances. Tú solo quédate callado y sigue el juego. Mejor que te subestimen y te traten como si fueras mucho más frágil de lo que realmente eres. Eran anticuados y sexistas y podías usar eso a tu favor. Se sentían más cómodos con la idea de que su enorme y corpulento hijo tenía algún tipo de impulso agresivo hacia él, algún tipo de dominio sobre ti (lo cual, ciertamente, tenía).

De cualquier manera, a la mañana siguiente, cuando lo sigues a la cocina, tu forma de andar irregular te delata. Es difícil fingir que no estás adolorida por estar con él. Tu mandíbula se aprieta más con cada movimiento. Su mano viaja a tu espalda, con un poco más de confianza que de costumbre, como si quisiera ayudarte a caminar.

Mamá es la primera en enterarse.

Inmediatamente, ella estaba en ambos traseros sugiriendo matrimonio para asegurar algún tipo de "unión pura y apropiada". Sus palabras enfermizamente floridas no las tuyas. Miras a Thomas mientras ella sigue y sigue y tus ojos comenzaron a picar con lágrimas. Te mira con ojos oscuros y bajos y no puedes leerlo. Escuchas a mamá mencionar el vestido. Esa abominación blanca que Thomas te había arrancado. Muerdes el interior de tu mejilla.

La idea de volver a ponerte ese vestido de novia te hacía querer gritar, llorar, salir de la habitación, algo, cualquier cosa para hacer que la sensación de opresión en tu pecho desapareciera.

Para tu completo alivio, te diste cuenta rápidamente más tarde de que todo parecía ser palabrería, solo rumores lejanos. Ideas románticas sin ningún tipo de fundamento o futuro.

De todos modos, el dedo anular de Thomas era demasiado grande para cualquier anillo en la casa.

Por lo tanto, no había matrimonio para tener. Solo un entendimiento. Algo profundo e increíblemente personal entre ustedes dos que había comenzado mucho antes de que te acostaras con él.

Sé bueno con él y él será bueno contigo.

Y ahora que te ha jodido una vez, se está volviendo más atrevido. Te hace a un lado con mucha más frecuencia. Y Thomas es incluso más ferozmente protector contigo. Absorbes la nueva atención adicional y la forma en que parece tratarte incluso con más cuidado que nunca. Él hace más avances sobre ti. Parece estar... más seguro de sí mismo incluso fuera del dormitorio. Como saber que lo quieres de la forma en que lo haces le da paz. Sabes que probablemente seas el primero y eso te hace valioso para él. Como un trofeo. La analogía te enferma de nuevo, pero es mejor ser una oda a su atractivo que colgarse de un gancho de carne mientras la sangre se drena de tu cuerpo.

Uno pensaría que se aburriría de usted. Uno pensaría que su inexperiencia lo llevaría a quedar atrapado en el mismo tipo de rutina aburrida una y otra vez cuando él lo quisiera (que era casi constantemente). Pero está creciendo. Está explorando contigo, encontrando diferentes maneras de hacer que te retuerzas de euforia debajo de él. Está encontrando diferentes maneras de tomarte una y otra vez y hacerte completa y absolutamente suya. Y odias admitirlo, pero estás empezando a amar la sensación. La emoción de algo nuevo con cada noche que viene cuando sientes sus manos agarrando tus caderas.

Una vez incluso te llevó al sótano, algo de lo que terminaste sintiéndote avergonzado más tarde considerando lo jodido que era. Se sentía como si estuvieras faltando el respeto al sitio de innumerables y despiadados asesinatos. Como si de alguna manera estuvieras ensuciando la habitación peor que la sangre derramada. Como si estuvieras follando sobre las mismas superficies que habían tocado cadáveres. Pero no podrías haber ignorado la emoción cuando Thomas te inmovilizó contra esa mesa y te clavó cuero en las muñecas para que no pudieras forcejear. Para que pudiera hacer que te quedaras quieto mientras te daba placer y encontraba diferentes maneras de jugar con tu cuerpo y hacerte gemir.