Con un beso y una flor

Es por amor

Las chicas lograron evadir a la prensa y entrar Gracias a la ayuda de Rennie, al entrar a la casa Opal lo abrazó, el se echó a llorar entre sus brazos, Aura subió a buscar a León. "Era mi papá Opal... ¿Ahora que hago yo?" Preguntó Rennie, Opal secaba sus lágrimas con las yemas de los dedos y le acomodaba el cabello, "Opal, me quedé solo..." suspiró, "Tienes a tu hermano mayor el cascarrabias, a León, a Cornelius, a la gente que trabaja aquí, a nosotras.... Por qué si crees que mi prima los va a desamparar están equivocados" dijo Opal, "¿En serio nos apoyan?" Preguntó incrédulo, "Claro... Ivory se ve así, muy seria pero tiene un corazón inmenso, y le impactó muchísimo la noticia" le contó Opal, "Esa señorita tiene en sus manos el patrimonio, el sudor y las lágrimas de mis papás.... Una inmigrante venezolana y un inglés indocumentado. Les costó mucho dinero construir la casa de modas y todo lo que vino después y... las malas decisiones de mi viejo y sus apuestas echaron todo a perder y, yo solo espero que esté en buenas manos" confesó Rennie, "En las mejores.... Vamos a levantar la empresa y ustedes serán parte de esto" dijo Opal, "¿Por que? ¿Por que quieren ayudarnos? No tienen la obligación" soltó Rennie, "Por que si alguien sabe lo que es pasar hambre y no tener donde dormir es Ivory... y cada una de nosotras tiene su vaina, no te creas que las cuatro nacimos en cuna de oro, nos tocó enrollarnos las mangas y trabajar. Llegó el éxito, si, plata, también, pero nosotras somos las mismas chamaquitas del barrio..." respondió Opal, "Jamás hubiera imaginado que venían de un barrio..." dijo Rennie, "Hay cosas que a simple vista no se aprecian pero, que están" dijo Opal. Christine estaba frente a la habitación de León, llevaba diez minutos ahí parada y no se atrevía a tocar, una mujer la vió y se acercó, "Disculpe, señorita ¿Puedo ayudarla en algo?" Preguntó la ancianita, regordeta y con las mejillas rosadas, "S-Si, eh, es que soy amiga de León y, vine a verlo.... Pero no me atreví a tocar la puerta y no se que hacer" confesó Christine, "Mi Niño no ha querido salir pero... tengo llave, si gusta puedo abrir" sonrió, "N-No... no quiero molestarlo" respondió Christine, "¿Le digo un secreto? A mi pequeño le haría muy bien conversar con una amiga... no se va a molestar" susurró y abrió la puerta, el estaba tumbado en la cama, sin camiseta, sudado y ojeroso, con los ojitos hinchados de tanto llorar, al ver a Christine se sentó, la mujer los dejó solos y cerró la puerta, Christine se acercó tímida, cuando quedó parada frente a él, el se echó a sus brazos, cayendo de rodillas al suelo, pero era tan alto que hasta arrodillado era casi de la altura de ella. No pudo contener el llanto, ella lo abrazó muy fuerte, el hundió su rostro en el pecho de ella, lloraba y lloraba mientras ella acariciaba su cabello, "Christine, mi papá..." dijo tratando de recuperar la compostura, ella sacó un pañuelo desechable de su cartera y le limpió la cara; el se sentó en la cama y ella se sentó junto a él, "No te voy a preguntar cómo estás por qué... yo sé cómo estás y lo que se siente, solo vine a verte, a saber cómo está todo, a acompañarte vale..." explicó Christine, "Me siento solo, muy solo.... Como si mamá se me hubiera ido otra vez" confesó, "Es duro..." suspiró Christine, "Es horrible esta sensación... y más cuando fui tan malcriado y rebelde con el" respondió León, "El sabía como te sentías... y seguramente en su corazón te perdonó, por que los papás son así ¿sabes?" Respondió Christine, "Lo voy a extrañar mucho... muchísimo" respondió León, "Lo sé..." dijo ella, "El era difícil, obstinado, regañón pero... era el mejor papá, nunca se recuperó a la perdida de mi mamá y por eso estaba tan deprimido y luego entro al mundo de las apuestas y luego le dio cancer..." explicó León, Christine solo lo abrazó, el la apretó, lloraba aun, ella acarició su cabello hasta que el se durmió, entre sus brazos, como un niño pequeño, ella continuaba sobando su cabello y su rostro.