Con un beso y una flor

Dulces besos

León y Christine se la pasaron en la habitación de el, conversaron por horas, recordando anécdotas y riendo, el la tenía abrazada, estaba acostado en la cama y ella acostada entre sus piernas con su cabeza en el pecho de él, mientras veían una peli de karate. El besaba su cabeza y acariciaba su cabello. "Me gustaba mucho esa peli" le recordó el, "Oh, si, la veíamos casi todos los días en mi casa" rió Christine, "Ya hasta nos habíamos aprendido los diálogos" rió León, "Eras terrible tratando de coordinar tus patadas de sensei" rió Christine, "Yo me sentía todo un samurai... en mis recuerdos no me veía tan mal" rió, Christine se volteó y lo besó, "Eras adorable, muy adorable" susurró besando la punta de su nariz, "Siempre me dabas besitos por toda la cara.... Eso me gustaba mucho" sonrió el, "¿Como? ¿Así?" Christine arqueó la ceja sonriendo y rió para darle besitos en toda la cara, lo más rápido que podía, llenaba su rostro de sonoros besos, el rió, "Pero falta el que más me gusta..." sonrió coqueto, "¿Si? ¿Cual?" Respondió haciéndose la desentendida, el agarró sus mejillas y la besó dulcemente, ella sonrió, "Esos besitos dulces tuyos... me encantan" sonrió Christine, "Mas dulce que tú no hay nada en este mundo" sonrió León, "Eres tan lindo... tan guapo" suspiró mirándolo y acariciando su cabello, "Dame más, más besitos por favor" hizo puchero y ella lo complació, besándolo suavemente, el disfrutaba cada beso, "Eres hermosa" le daba un pico, "Muy" otro pico, "Hermosa" para luego besarla más, "Yo sabía que te conocía de algún lado... esos ojos verdes" sonrió Christine, "Yo también sentí eso contigo.... Y mira, eras mi princesa amada" sonrió besándola, "Que ricos besos" sonrió Christine, "Para ti. Eh, solo para ti" rió el para partirle la boca a besos