El viaje a la plataforma de lanzamiento donde se encuentra la nave de la reina es marcado por un silencio muy tenso entre el maestro Jinn y Obi-Wan. Nunca había visto que se molestaran el uno con el otro de esa manera. Miro a Anakin que tampoco parece atreverse a decir algo, no puedo evitar pensar que seguramente se siente culpable por la situación y no me parece justo que permitan que piense así.
Una vez en la plataforma de despegue espero a un costado de la rampa de abordaje mientras los otros suben a la nave. Pasa frente a mí aquella unidad R2 pitando alegremente a manera de saludo. Cerca de uno de los bordes de la plataforma está Anakin, me acerca al ver que este se asoma por uno de los bordes con curiosidad a tiempo para tomarlo del brazo ya que este pierde el equilibrio y está a punto de caer.
—Cuidado—murmuro con una ligera sonrisa —hubiera sido una fea caída.
—Gracias— responde mientras mira de reojo a Obi-Wan y Qui-Gon que discuten acaloradamente —no quiero ser una molestia.
—Descuida, no eres ninguna molestia— digo mirando también en dirección de los otros dos —ya se le pasara, solo necesita tiempo ¿Sabes? Cuando uno es padawan se acostumbra tanto a su maestro que hay veces que es difícil pensar en que nos deje y bueno, para Obi-Wan debió ser una sorpresa la decisión del maestro Jinn y aún más cuando no lo hablaron antes, está listo para las pruebas, diga lo que diga el consejo y Qui-Gon tiene derecho a elegir otro aprendiz una vez que concluya el entrenamiento de Obi.
—Están muy molestos el uno con el otro— insiste cuando Obi-Wan gira sobre sus talones y sube abordo.
—Dales tiempo— repito antes de abordar también ya que Qui-Gon se acerca con la clara intención de hablar con el chico.
Una vez abordo busco a Obi-Wan, lo encuentro en la sala donde se encuentra el hiperpropulsor, luce más molesto que el día anterior cuando hablamos en el tejado del templo. Me paro a su lado sin decir nada, se que cuando termine de tranquilizarse me dirá que es lo que piensa.
—No quería sonar insolente como dijo Qui-Gon —exclama Obi-Wan—. ¡Es la verdad!
—¿El qué?
—El chico es peligroso— responde frunciendo el ceño —Todos se han dado cuenta de ello. ¿Por qué no es capaz de verlo?
—Yo diría más bien que es algo incierto su entrenamiento — suspiro —estaba pensando también en Anakin, debe estar asustado, digo, lo sacamos de su hogar, lejos de su madre con la esperanza de entrenar para convertirse en un jedi y por ahora su futuro no está claro, a mí eso me asustaría, al menos nosotros tenemos más opciones.
—No lo había pensado— niego ligeramente.
—Deberías hacer las paces con Qui-Gon, no vale la pena que un desacuerdo tonto los haga perder más de diez años de relación, sobre todo tomando en cuenta lo mucho que les costo congeniar entre ustedes — él no responde, pero parece pensar en mis palabras.
—Tal vez tengas razón— dice finalmente.
Durante el resto del viaje observo la situación entre maestro y aprendiz, siguen sin hablarse o intentarlo siquiera y la verdad es que la situación cada vez me es más insoportable. Siempre he tenido una mayor percepción de las emociones de los demás, en especial de los usuarios de la fuerza y el hecho de que ellos tengan tantos sentimientos encontrados me esta resultando abrumante a tal punto que me empieza a doler la cabeza.
En la cabina observo a Anakin, que luego de una breve explicación es capaz de memorizar muchas cosas. Es asombroso, sin duda alguna es especial, no conozco a nadie que aprenda tan rápido. Nuevamente siento la frustración de Qui-Gon crecer, me froto la sien, deseosa de poder bloquear todo el cumulo de emociones.
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En cualquier lugar de la galaxia
FanfictionDurante todo su entrenamiento de padawan Hadara Engel ha tenido muy claro su objetivo de convertirse en Jedi, pero cuando una amenaza se cierne sobre la república se da cuenta de que nada volverá a ser lo mismo, especialmente cuando de reencuentra c...