A bordo del transporte de la reina, intento nuevamente meditar para tranquilizarme tras el duelo que tuvo el maestro Jinn con aquella figura encapuchada. El saber que hay otros usuarios de la fuerza que la utilicen para fines ruines me hace sentir algo turbada.
Hace un tiempo había visto en los archivos de la orden la existencia de jedis que caen al lado oscuro transformándose a Sith, aunque según me ha contado mi maestra, los Señores del Sith se extinguieron hace casi un milenio.
Me pongo de pie y me acerco a la ventanilla para mirar al exterior, siempre me ha gustado el espacio, ver las estrellas e imaginar toda la clase de planetas que esconden. Cuando era una iniciada, antes de que Alysa me tomara como padawan me gustaba fantasear pensando en visitar todos los sistemas posibles.
Ante esta perspectiva no puedo empezar a fantasear en que haré una vez deje de ser una padawan. Tal vez no tome a un aprendiz de inmediato, podría esperar un par de años antes de tomar la responsabilidad de entrenar a alguien y hacer algunas encomiendas en solitario antes y a su momento tomar a un padawan, me gustaría ser tan buena maestra como lo fue Alysa conmigo, guiarlo por el camino de la fuerza y aprender juntos, tal y como lo hacemos ella y yo.
Al cabo de unas horas distingo nuestro destino, nos aproximamos a Corusant, definitivamente no se parece nada a ningún planeta, al ser la sede del senado es por obvias razones el planeta más poblado y urbanizado, no se distingue ningún rastro de vegetación. Los animales, aves, plantas y peces nativos sólo pueden ser encontrados en los museos o en recintos de clima controlado que cumplen la función de reservas. La atmósfera es filtrada a través de reguladores de oxígeno y purificada por sistemas de barrido y el agua es recogida y almacenada en gigantescos acuíferos naturales.
Me dirijo a la cabina, donde Anakin se encuentra hablando con el piloto, el chico se ve asombrado por lo que ve, lo que no me extraña, así reacciona uno normalmente cuando hace su primer viaje a otro planeta.
—¡Es tan enorme! —murmura el chico contemplando todo a su alrededor.
Entramos en una ruta de aproximación para el tráfico aéreo entre el laberinto de edificios, deslizándonos a lo largo de las líneas de guía magnéticas que dirigen a las aeronaves. El piloto continúa explicando a Anakin cómo funciona el sistema, pero el chico le escucha distraídamente, pues aún esta cautivado por la inmensidad del paisaje urbano.
El transporte de la reina reduce la velocidad, sale del carril de tráfico y pone rumbo hacia una plataforma de descenso suspendida en el aire junto a un grupo de enormes edificios. Nos encontramos a varios cientos de niveles de la superficie, a centenares de metros de altura.
La nave se posa sobre la plataforma de descenso con una leve sacudida y sus abrazaderas anti gravitatorias se cierran sobre ella. La reina está esperando en el corredor principal, con su séquito de doncellas, guardias y el capitán Panaka. La reina Amidala mira a Qui-Gon y Alysa, y con una inclinación de la cabeza les indica que vayan por delante. Noto como Anakin le dirige una leve sonrisa a Padmé antes de ir detrás de Qui-Gon.
Por nuestra parte, Obi-Wan y yo caminamos atrás de la comitiva, junto a Jar Jar Binks. Dos hombres vestidos con los ropajes ceremoniales del Senado de la República aguardan al final de la rampa, flanqueados por un contingente de guardias. De inmediato les dedicamos una reverencia al tiempo que la reina se acerca a ellos. El senador Palpatine, el emisario de la reina ante el Senado de la República se inclina ante ella, con las manos entrelazadas bajo los pliegues de su túnica verde azulada.
—Nos alegramos de verla, majestad —dice con una sonrisa mientras vuelve a erguirse—. Permítame presentarle a Valorum, el canciller supremo.
Valorum es un hombre alto, de cabellos plateados, que no parece ni joven ni viejo, sino un poco de ambas cosas a la vez. Su porte y su voz son imponentes, pero su rostro y sus ojos intensamente azules traslucen cansancio e inquietud. —Sea bienvenida, alteza —dice mientras una sonrisa apenas esbozada ilumina fugazmente sus adustas facciones—. Conocerla en persona es un gran honor para mí. Todo el mundo está muy preocupado por la situación actual en Naboo. He convocado una sesión especial del Senado para que pueda presentar su petición de ayuda.
ESTÁS LEYENDO
En cualquier lugar de la galaxia
FanfictionDurante todo su entrenamiento de padawan Hadara Engel ha tenido muy claro su objetivo de convertirse en Jedi, pero cuando una amenaza se cierne sobre la república se da cuenta de que nada volverá a ser lo mismo, especialmente cuando de reencuentra c...