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Jeon Jungkook

La tarde trajo consigo un sentimiento de incertidumbre para mi.
Tome mis pertenencias tratando de recordar si me faltaba algo, pero aquello no sirvió de nada pues mi amplio perfeccionismo me decía que no me había olvidado de ningún asunto.

Gracias a los contactos de mi abuela, era un exitoso médico de una prestigiosa cadena de hospitales, aquello no solo me permitía tener exhuberantes ganancias, sino que además me permitía viajar por muchos países a los que mi propio trabajo me enviaba.

Cuando llegue a casa Margot salió a recibirme, quito mi saco con una enorme sonrisa mientras me preguntaba cómo había estado mi día, cualquiera que nos viera creería que eramos una pareja, pero todo lo contrario a eso, solo la veía como si fuera una hermana.

Conteste con cortos monosílabos notando la infelicidad en su rostro, pero yo no estaba para hacer feliz a nadie.

Camine hacia el comedor visualizando un exceso de comida para las pocas personas que habitabamos esta casa; Margot, quien es dos años menor que yo, era hija del hombre que se había marchado conmigo al ser exiliados del espantoso Beau Paradis, ¿La razón? Queríamos innovar, lo cual creo aún se considera como un pecado en aquel lugar.

Aquel buen hombre había partido de este mundo hacia tan solo algunos meses, y el cuidar a su hija, era mi forma eterna de agradecimiento hacia a él, además de una salvación para que su alma descansara sin pena.

Comenzamos a comer en silencio, a la mesa se unieron las personas que trabajaban en la casa, aquí nadie era más que otro, todos éramos como una familia.

- Llegó una carta en la mañana, supuse que querias leerla. - Margot habló justo antes de que comenzará a comer.

La mire confundido, la última vez que había recibido una carta había sido hacia ocho años, cuando tan solo tenía quince años de edad.

Pase saliva y tome el sobre que estaba marcado con la leyenda "Beau Paradis". Sentí mi cuerpo estremecerse mientras lo abría con el mismo cuchillo de los cubiertos.

- Vuelvo en un segundo. — Me levanté corriendo hacia mi oficina, no quería que nadie de este lugar viera lo que aquella carta anunciaba.

Al sacarla del sobre sentí ganas de vomitar, el color del papel y la letra escrita con tinta tan negra que atravesaba el papel, me trajeron recuerdos que me helaban la sangre.

Apreciado Jungkook, antes que todo me disculpó por la informalidad que mi mensaje presenta, pero el motivo de las líneas que plasmó en este papel puede resultarte extraño e incluso incoherente tomando en cuenta el tiempo que ha pasado desde la última vez que te escribí.

No te escribiría sino fuera por la importancia del asunto, pero déjame decirte que ha llegado el momento de que limpies tu nombre ante la honorable gente de nuestro natal pueblo.

Podrás dejar de ser la oveja negra de esta familia de linaje casi manchado por tus acciones. Pero en resumidas palabras está es la forma en la que conseguirás nuevamente el amor de tus tan amados padres.

La situación financiera de nuestra familia está decayendo de una manera que creía imposible, tu primo se casó hace poco tiempo, pero aquel matrimonio nos ha dejado casi en la ruina luego de que uno de los familiares de su esposa huyera con papeles importantes para nuestra familia. Si lo anterior no te parece importante, dejame decirte que si lo es, y más de lo que crees.

𝓜𝓪 𝓫𝓮𝓵𝓵𝓮 𝓭𝓪𝓶𝓮 🅹🅺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora