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Jeon Jungkook

No creo que hubiese persona más feliz que mi abuela por los hechos ocurridos recientemente. Luego de aquella celebración todos en su casa celebraron con buenos vinos y entre risas me “Felicitaron” por la bajeza que estaba cometiendo.

Era así, el dinero parecía ser lo fundamental en este pueblo, fingían ser unidos entre todos los habitantes, pero todos tenían un mismo objetivo : Ser los más poderosos económicamente hablando.

Uno de los hijos de mi tío se acercó a mi mientras exhalaba el humo de un cigarrillo puro.

— Tú si que tienes suerte, Ji-ah Douxamour, es toda una joya, es tan acaudalada que podría dominar este pueblo si ella quisiese. —  Comenzó a reír cínicamente — Intenté acercarme un par de veces a ella, pero era prácticamente imposible verla. Dime, ¿Es el tipo de chica que se estremece si la besas?

— ¿Cómo mierda podría saberlo?

— Cuando estes con nosotros guarda tu vocabulario de la nueva sociedad, suenas corriente.

— Ya lárgate de aquí.

— Los ví, estaban en el jardín y la besaste, ¿Si sabías que esta prohibido que la beses antes del matrimonio? A sus padres no les gustaría enterarse. Dime, ¿Vas a corromperla?

— Te dije que no quiero escucharte, ya vete y dejame solo.

— Seguro haz salido con muchas mujeres, pero ¿Ella no lo sabe o si?

— Tú no sabes nada de mi vida.

— Tampoco es como que haya mucho que saber, eres médico y ahora estás aquí engañando a una pobre inocente porque sientes que lo poco que tienes pende de un hilo. ¿Hay algo que no esté mencionando?

— ¡Te dije que ya basta! — Repliqué muy molesto.

— No te molestes, ahora que lo pienso soy un poco desconsiderado, te estoy preocupando aún cuando estás a tan poco tiempo de casarte con una mujer a la que no amas.

No dije nada más, sentía que ardía en rabia pero no podía golpearlo, no aquí, no en frente de todos. Se alejo con una sonrisa cínica y me sentí aún más enojado, todos aquí se harían ricos a costas de mi matrimonio.

Me acerque a mi abuela para cuestionar la razón por la que todos sabían de mi trabajo. Ella me miró confundida pero después de unos segundos me sonrió.

— Me preocupabas y quería saber de ti, después de todo fue gracias a mí que llegaste a dónde estás hoy en día. No quería que sufrieras, te fuiste desprotegido, únicamente en compañía de un hombre que no tenía las ideas claras.

— Logré lo que soy gracias a mi esfuerzo.

— Sin los fondos que aporte jamás te hubieran considerado, ¿En dónde has visto que un jovencito que nadie conocé se convierta en un excelente médico? ¿Crees que fue por arte de magia? Porque de ser así, me parece que aún no maduras lo suficiente.

Pase saliva harto de la situación, me di la media vuelta pasando por el frente de mis padres quienes solo desviaron la mirada.
Me encamine hacia la que era mi habitación temporal, no podía continuar con esta farsa pero ya estaba dentro de la boca del lobo.

Me recosté sobre la cama tan innecesariamente enorme, ¿Cómo podría casarme con alguien a quien no conocía en lo más mínimo? Le iba a arruinar la vida a una bella joven que estaba confiando ciegamente en mí.

Lo peor es que no tenía ni la más mínima idea del como haría parecer real está farsa ante las personas que vivían conmigo. Margot no me creería ni lo más mínimo, pero tampoco podía decirle que era un maldito mentiroso.

Pronto terminaría con esto, enamoraría a Ji-ah Douxamour, le quitaría su fortuna y la dejaría con el corazón roto, ¿Qué tan difícil era hacerlo? La respuesta podría parecer obvia tomando en cuenta lo fácil que era decirlo, pero decir era algo muy diferente a hacer.

Luego de varias horas me acerque a la ventana, desde aquí podía ver su enorme propiedad, me llamo la atención el hecho de que de solo una habitación podía verse luz, pues a pesar de la distancia la oscuridad de la noche me daba aquella virtuosa oportunidad. ¿Sería ella la que aún estaba despierta?, ¿O eran sus padres planeando como arruinarle su vida?

Ella se veía como la persona más inexperta en el amor que alguna vez haya visto, jamás había tenido contacto con una joven tan ingenua y esa característica de ella solo me hizo sentir aún más miserable. Por su puesto que no sabía cómo tratarla, pero algo tenía completamente claro, me daba signos de ser una joven de una curiosidad peligrosa, y aunque no fuera lo correcto, usaría aquello a mi favor, me llevaría a Ji-ah Douxamour conmigo a la gran ciudad, y nada ni nadie podría impedirmelo.





𝓢𝓸𝓸 𝓙𝓮𝓸𝓷












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¡Hoy inicia el maratón, esperen más capítulos a lo largo del día!




















𝓜𝓪 𝓫𝓮𝓵𝓵𝓮 𝓭𝓪𝓶𝓮 🅹🅺Donde viven las historias. Descúbrelo ahora