𝐓𝐡єι𝐫 𝐌α𝐝𝐧є𝐬𝐬 - ᵇᵏ

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Siéntate, hijo. Tenemos que hablar. —indicó Gine.

Goku se sentó, algo preocupado pero a la vez emocionado de esperar lo que le planeaban decir.

Como saben, el señor Gowas es mi socio, y durante este próximo mes debemos hacer viajes de negocios para promocionar el producto en otros continentes. El caso es, que planeamos ir a París, por lo que pensamos que sería buena idea que ustedes vayan. Podrán conocer y disfrutar. —explicó Bardock.

No puedo ir, saben que estaré ocupado. —contestó Raditz.

Yo sí iré. Zamasu me invitó. —Lo dijo por un impulso y se arrepintió de inmediato.

¿El joven Zamasu te invitó? —dijo Gine sorprendida.

Sí... ¿Hay algún problema? —

Claro que lo hay, Goku. —habló un molesto Raditz— Te he dicho en mil formas que te alejes de ellos, ¿¡Y nos dices tan feliz que te invito el peor de ellos!? —

Mira, hermanito, yo estoy muy grande para saber qué p hacer con mi vida. Y el ni siquiera me trató mal alguna vez para que digas eso. —miro a otro lado enojado.

Cariño...—habló su madre— Raditz tiene razón. Ellos tres no son de fiar. —

¿Entonces por qué nos invitan a un viaje en primer lugar? —

Porque se supone que ellos no irían y que podíamos aprovechar para que conozcas. —Habló Bardock.

Ay, vamos. ¿Podrían confiar en mí? —

Goku, sabemos que estás enamorado de los tres. —

Okey, eso cayó como balde de agua.

¿Por qué les dijo? —le dio un leve empujón en el brazo a su hermano. Cada vez se molestaba más.

Goku, no estamos para juzgarte. —

Es cierto. Solo queremos cuidarte de gente como ellos. —

¿Crees que han cambiado? Goku, cuídate. En serio. Ellos son los mejores mintiendo, y pareces comerte cada una de las cosas que te dicen. —

...—Ellos tenían la razón, pero no quería dárselas.

Sé muy inteligente, Kakaroto. Sé tu el que maneja el juego en lugar de ellos. —

Toda la familia de Goku (exceptuando a Raditz) llegaron a la gran mansión en la que vivía la familia Kaio.

Más que tener guardias, tenía hechizos al rededor de ella para que nadie indeseado entrará.

Al llegar, varios hombres se llevaron sus maletas, y la aparente ama de llaves, los llevo hasta dentro.

Goku saludo a Gowas, extrañado de no ver a ninguno de sus hijos por ahí.

Goku, Zamas te espera arriba. Llévalo. —ordenó a la ama de llaves, la cual inmediatamente lo llevo hasta el segundo piso.

¿Por qué mencionó solo a Zamas? —pensaba viendo con curiosidad el lugar.