Sentada bajo la sombra de aquel árbol en el que solías darte unas cortas siestas. Pudiste ver de nuevo a Bakugou. Esta vez lleno de heridas y vendado de la cabeza a los pies. Este tomo asiento junto a tí. Como si nada. Entonces lo miraste con extrañeza.
-¿Qué hay? -saludó casualmente.
-¿...Estás bien? -preguntaste con algo de duda.
El muchacho sonrió de manera prepotente y se hechó a reír de manera exagerada.
-¡Ha! ¿Bien? ¡Por supuesto que lo estoy! -dijo en voz alta, como si tratase de convencerse a sí mismo.
-¿Es eso sarcasmo?
-No lo es.
La mirada de Bakugou está vez miraba al frente. Sin ningún tipo de vacilación. Suspiraste. De nuevo, entenderlo era un desafío.
-Oye... sé que es una cosa normal en el departamento de héroes, pero ¿está bien que hayas venido a clases? ¿No se supone que tienes el derecho de pedir una ausencia?
-¿Una ausencia...? eso es para perdedores. -murmuró con su mirada aún al frente.
Tras escuchar aquello te molestaste un poco. Era claro que estaba herido y también era claro que esa heridas le dolían. No. Estas debían dolerle. Aún así allí estaba. Tercamente sentado junto a tí.
-Bakugou. Ven aquí. -lo llamaste palmeando un espacio en el suelo más cercano a tí para que fuese ocupado por él.
Sus ojos te miraron de reojo con recelo, al contrario de su cuerpo que se movió sin ningún atisbo de duda hacia tí.
-¿Qué? -cuestionó con sus hombros ya chocando con los tuyos.
-Cierra tus ojos. -le pediste mirándolo fijamente con seriedad.
En ese instante pudiste sentir a su cuerpo entero tensarse.
-¿P-para qué?
-Solo cierralos.
Bakugou obedeció tú orden. No sin antes soltar un gruñido en señal de protesta. Con sus ojos ya cerrados pudiste apreciar lo claras que eran sus pestañas y sus cejas, que de hecho estas últimas apenas y podían verse, lo que si era muy visible era esa prominente arruga que se formaba entremedio de estas, siendo la marca comercial de su naturaleza huraña.
Y fue en ese mismo punto dónde decidiste golpearlo con tu dedo índice.
-¡Hey! ¿Y eso porqué fue? -se quejó frotándose la zona lastimada.
-Porque eres un tonto. -lo regañaste - Cuando estás así de herido lo mejor es quedarse en casa descansando. Además, pareces más un perdedor viniendo a clase con todo ese vendaje.
Con sus manos aún en la frente, la cara de Bakugou adquirió un tono rojizo por toda su extensión, a la par que sus labios se fruncieron en una más que adorable expresión de indignación, como si acaso hubieses acabado de cometer una ofensa imperdonable para él.
-¿Pero qué? -refunfuñó- Eres una idiota. Si ibas a regañarme, al menos lo hubieras hecho de una manera mas normal. Maldita sea.
Y a pesar de que lucia tan amenazante como siempre, sus quejidos se te hicieron tiernos, e incluso si sabías que aquel golpe no le había hecho daño alguno, lograron hacerte sentir culpable.
-... Lo siento... ¿te dolió mucho?
-No se trata de eso. -continuó quejándose, esta vez más enojado que antes- Además ese golpecito no me hizo nada, se sintió como el piquete de una abeja.
-Pero si los piquetes de abeja si duelen.
Al escucharte Bakugou suspiró rendido y comenzó a reírse bajito.
-Lo que digas. -continuó riéndose de la misma manera.
Entonces ambos se quedaron en silencio.
-...
-...
-Oye Bakugou... ¿crees que pueda preguntarte algo? -te atreviste a hablarle.
-Adelante.
-¿Porqué fué que decidiste convertirte en un héroe?
Ante tu pregunta el rubio enarcó su ceja.
-¿Ha? ¿Cómo que porqué? Si ser héroe es el mejor oficio que existe.¿Acaso no es natural querer ser uno?
-No lo creo. En realidad a mi nunca me ha interesado ser uno.
Y como si le hubieses dicho que la tierra era plana, Bakugou se volteó a mirarte desconcertado. Como si en el fondo de su ser verdaderamente tuviese esa creencia infantil de que ser un héroe era el trabajo que todo el mundo quería tener y que, de ser lo contrario, entonces sería una cosa muy extraña.
-¿No te gustan los héroes?
-No. No es eso. Me gustan los héroes. -le explicaste- Solo nunca quise ser uno.
-¿Y porqué no?
Los ojos de Bakugou te miraron con genuina curiosidad.
-No lo sé. Es sólo que pienso que es un trabajo demasiado pesado. Para empezar, es imposible no salir herido. Además de eso se tiene que lidiar con la presión de la gente y los medios. También, tu familia y amigos pueden resultar en peligro ¡Ah! Y mejor no hablemos del sistema de clasificación de héroes.
Bakugou escuchó todo tu parloteo atentamente, sin embargo, al final no pareció muy convecido de tus razones.
-Supongo que tienes razón. -dijo, para tu sorpresa- A veces también pienso que hay cosas que son una mierda. Pero ¿no crees que todo eso solo hace a los héroes aún más geniales?
Un cabeza dura. Un persistente, testarudo y terco cabeza dura. Ese era Katsuki Bakugou. Pero en ese momento pensaste que quizás no estaría mal tener la mitad de su terquedad en algunas cosas.
-Ya veo. -soltaste una risa, no precisamente de burla- Eres increíble Bakugou. Creo que tal vez termine haciendome una fan de Dynamite.
-Pero más te vale.
-Aún así, todavía pienso que deberías cuidar más de ti mismo.
-Esta bien. -dijo fastidiado- Pediré una ausencia o lo que sea...
-Bien.
Sonreíste satisfecha.
*Notas de la autor
F por el Bakus
🤧
![](https://img.wattpad.com/cover/305948851-288-k387156.jpg)
ESTÁS LEYENDO
🧨La Extra Y El Héroe Explosivo🧨 Katsuki Bakugou
FanfictionEres una estudiante del departamento de gerencia de la UA. Un día, te topas accidentalmente con nada más ni nada menos que Katsuki Bakugou, del departamento de héroes, quien es conocido por su violenta naturaleza. Extrañamente, tras interactuar con...