PRÓLOGO

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“percibir y comprender en un instante el espíritu del oponente”

D este que se inició la vida, el hombre ha Sido la criaturas más peligrosa que ha habitado sobre la tierra, pero también... la más vulnerable.

Las ramas y las espinas lo obligaron a proteger su cuerpo. El viento, la lluvia o el calor; lo impulsaron a construir refugios. Para superar su debilidad, recurrió a la protección de grupo desarrolló así una sociedad basada en la distribución del alimento y la asistencia mutua.

Al combinar sus conocimientos y técnicas para mejorar las condiciones de grupo, las sociedades primitivas se adelantaron a las comunidades animales y comenzaron a forjar su propio destino.

En la medida que su capacidad intelectual aumento, los peligros del entorno y sus enemigos naturales dejaron de ser un obstáculo para su desarrollo, y así, los instintos de agresividad que le habían servido para la supervivencia comenzaron a manifestarse y brotó la violencia entre los diferentes grupos.

Incipiente al principio, buscando o deseando, tal vez lo que a ellos les hacía falta y poseían otros grupos, surgió la confrontación. Las herramientas que les habían servido para procurarse alimento se convirtieron en utensilios contra los de su propia especie y así, el hombre, descubrió las armas.

Al responder la agresión como grupo, ya sea protegiéndose o atacando; tratando de salir vencedores del conflicto... el hombre inventó la guerra.
Eligió dentro del grupo al más capaz para que los guiara, formó los primeros ejércitos y emprendió la aventura militar.

Los grupos crecieron: Conquistaron, sometieron; supieron de la victoria y el fracaso, se hicieron pueblos. Obtuvieron territorios, lograron bienes materiales; dominaron de los pueblos sojuzgados.

Desde una de esas culturas, la china antigua, nos ha llegado el arte de la guerra, tratado militar escrito por Sun Tzu. Obra fundamental sobre la estrategia y la confrontación, la cual ha pesar del tiempo transcurrido sigue vigente hasta nuestros días y ha servido de texto para todos aquellos interesados en comprender la naturaleza de los conflictos y sus soluciones.

Los que logren ser expertos en el arte de la guerra someterán al oponente sin combatir, la suprema habilidad consistirá en vencer sin derramar una sola gota de sangre, y esto se conseguirá desbaratando los planes del enemigo o anticipándose a ellos; estás son algunas de las enseñanzas de Sun Tzu.

Luis Rutiaga Cárdenas

EL ARTE DE LA GUERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora