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- Te amo, prométeme que nunca te irás de mi lado.-

- Lo prometo.- el peliazul tomó entre sus manos el rostro del mayor.- Te amo Minho

- Te amo Jisung.- ambos juntaron sus labios en un beso que se desvaneció en el aire, al dejar de sentir el tacto de los labios contrarios el peliazul abrió los ojos súbitamente encontrándose solo en una oscura habitación.- ¡¡¡MINHO!!!.- gritó intentando recibir una respuesta del mayor, buscó con su mirada pero no logró encontrarlo, sin embargo una voz que no era del pelivioleta captó toda su atención.

- Este es tu fin Jisung.- la voz de su madre retumbaba y generaba ecos en ese oscuro cuarto, el peliazul llevaba sus manos a sus oídos intentando dejar de escucharla pero simplemente esa voz no se iba, al contrario aumentaba, atormentándolo.

- ¡¡¡YA BASTA, BASTAAAA!!!.- gritó rompiendo en llanto mientras sentía su mundo girar mareándose y cayendo en un profundo pozo sin fin.

El dolor en su cavidad craneana provocó que abra sus ojos sintiendo todo su cuerpo pesado y adolorido, una fuerte luz golpeaba sobre sus retinas obligándolo a colocar su mano sobre su rostro intentando bloquear la luz. Confundido tomó asiento en su cama frotando sus ojos, sintió un pequeño escalofrío, con sus manos frotó sus brazos generando calor, miró hacia todos lados notando que se encontraba en un cuarto completamente blanco y aislado. Su rostro confundido cambió radicalmente, ahora el miedo y pánico se había apoderado de él, desesperado se levantó de la cama empezando a caminar por la extensa habitación notando que esta solo tenía una puerta con una pequeña ventanita en el centro de esta la cual se encontraba cerrada.

- ¡¡¡AYUDA!!!¡¡¡SAQUENME DE AQUÍ!!!.- gritaba con todas sus fuerzas más parecía que nadie escuchaba absolutamente nada.- ¡¡¡NO TENGO QUE ESTAR AQUÍ!!!.- intentaba recordar cómo había llegado ahí pero tenía recuerdos borrosos, ninguno era lo suficientemente claro, sus manos estaban completamente rojas de tanto golpear la puerta, de alguna manera quería llamar la atención de la gente, quería salir de ahí, quería estar con Minho. Al pensar en Minho el recuerdo de la sabana que tenia del mayor cuando fue arrebatado de su lado volvió a su mente, rápidamente se fue a la cama encontrando absolutamente nada, no había rastro de la sabana que tenia el olor de su amor.- No por favor no.- susurró mientras desesperadamente sacaba el colchón y ponía de cabeza su ahora nueva habitación.- No, ¿por qué? ¿Por qué me pasa esto a mí?.- susurraba mientras lentamente se sentaba en el piso apoyando su espalda en la blanca pared.- Minho te necesito.- y finalmente sus lágrimas salieron mojando no solo sus mejillas sino que también sus rodillas ya que del miedo y nostalgia intentó buscar refugio abrazando sus piernas.

Varias horas después el sonido de la puerta siendo abierta puso en alerta al menor que en un respiro estuvo de pie preparado para darle pelea a cualquiera que quisiera dañarlo.

- Que bien que ya despertaste.- habló una mujer de cabello largo y castaño quién ingresaba al cuarto con unas hojas y una carpeta en la mano.- Jisung por favor toma asiento en la...mmm...- observó el lugar completamente desordenado, con una mirada cansada y un poco enojada, miró a Jisung, tomó su lapicera y anotó algo sobre las hojas que llevaba consigo.- Sigue así Jisung y te aseguro que de acá no saldrás por mucho tiempo.- el rostro de la mujer era tétrico, su aura era negativa y el menor hasta podía ver cómo su energía era oscura.- Bueno repasemos, paciente número 83, Han Jisung 18 años, estudiante de preparatoria de último año, hijo único, vivía con su madre.- "¿vivía?" pensó.- presenta esquizofrenia con ataques de pánico, ansiedad grave y depresión endógena, vino aquí por tener un ataque psico maniático, a ver que más.- la mujer hojeaba y hojeaba en la carpeta.- bien, perfecto.- dijo cerrando súbitamente el expediente.- hoy empezaremos con el tratamiento, como sabrás Jisung, estas en un hospital psiquiátrico, tu madre decidió internarte después de que intentaras matarla, ahora se encuentra en el hospital pero los médicos dijeron que está fuera de peligro, en resumen pequeño Ji, estarás internado por tiempo indefinido pues eres considerado un peligro para la sociedad.- el peliazul sentía como su mundo se volvía a derrumbar, "¿cuando seré finalmente feliz?" esa pregunta rondaba por su cabeza una y otra vez, saber que ahora no podría ver ni a sus mejores amigos a quienes había despreciado le dolía demasiado, lentamente levantó su mirada observando como la mujer sonreía maléficamente, sus sentidos se agudizaron y cansado del sufrimiento una bocanada de ira invadió sus sentidos provocando que se abalance sobre la doctora para golpearla y herirla a tal punto de que lo liberen, pero debido a la presencia de los guardias de seguridad al otro lado de la puerta el objetivo de golpearla no pudo resultar.

Problemático // MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora