05

4.8K 330 10
                                    

Había pasado dos meses desde que Jeon comenzó a darle tutorías a él lindo rubio. Con el pasar de los días su relación era más cercana y la confianza más fuerte, no tenían vergüenza a contar sus cosas, sin importar que fuera.

Ambos se consideraban buenos amigos.

Conocían, al contrario, mucho, sabían sus miedos, las cosas que les gustaban, lo que no, entre otras cosas.

Y si algo no podía negar ninguno de los dos, es que se encontraban muy felices por el avance en su relación, que ahora no era solo de alumno-profesor.

Bueno, decir que Jungkook estaba feliz era poco, cada día lo sentía mejor que anterior, pero a la vez peor.

Por el hecho de no poder confesar sus sentimientos, por seguir ocultando algo tan importante, aunque sabía que era lo mejor y que tenía que estar más que conforme con su relación con Jimin.

Pero el quería más que esa relación que tenían ahora y eso lo hacía sentir mal.

Gracias a la relación que tenían ahora, podía estar con su pequeño pollito cada que quería (no tanto así), cada día lo conocía más, sabía la mayoría de sus gustos y disgustos, podía convivir con él fuera de los horarios de la universidad, salían a comer y a divertirse, cada vez que podían, hablaban y hacían videollamadas, cuando se extrañaban.

Cosa que era bastante común entre ellos.

Y no solamente Jungkook, sino que Jimin se la pasaba hablándole cuando no estaban juntos. Cada cosa que hacía le decía, le mandaba fotografías y vídeos.

— Este… Kookie, hyung — dijo, llamando la atención del mayor.

— ¿Sí, Mimi? — dijo sin despegar la vista de los apuntes que Jimin le había entregado hace unos minutos, los cuales estaba revisando.

— ¿Le gustaría salir conmigo mañana? — mencionó nervioso jugando con sus pequeñas manitas.

Jeon lo miró, sorprendido, casi siempre el que planeaba las salidas era él y que ahora ese bonito ángel de cabellos rubios le pidiera que salieran, lo había hecho sentir muy feliz.

Y más por la forma en que se lo preguntó, tan nervioso. Le encantaba ver a Jimin todo tímido y jugando con sus pequeñas manitas.

Se veía muy adorable de aquella forma.

Una sonrisa se encontraba en su rostro, junto a una mirada que le podía transmitir muchas cosas al rubio. Este lo miró curioso ante aquella mirada al ver cómo los lindos ojitos de Bambi que tenía su profesor brillaban de tal forma, le hacía sentir muchas cosas y quiso descifrar qué le quería decir.

— Claro que sí, Mimi — le entregó los apuntes de los ejercicios al rubio, quien los tomó al instante — Decirte que todos los ejercicios estaban correctos, excepto el tres de principio a final está mal… —Suspira— Te he dicho que, si no sabes o tienes alguna duda, me lo digas, Mimi, estoy aquí para eso.

— Está bien, hyung… Perdón — miró las hojas y muerde su labio al ver el ejercicio tres donde se equivocó — Uff… Pensé que lo había entendido, pero veo que no fue así — dijo más para sí mismo, que para Jeon.

El mayor se sentó a su lado y comenzó a explicarle el ejercicio a Jimin, estaba tan cerca de este que ambos se terminaron poniendo tímidos y nerviosos.

>>>

Jeon estuvo un largo tiempo, explicándole algunos ejercicios a Jimin y revisando lo que él hacía, hasta que Jimin entendió a la perfección cada uno de ellos.

Cuando el mayor se alejó y se sentó donde había estado hace un rato, el rubio pudo respirar con tranquilidad.

Jeon no era tonto (un poco sí), se había dado cuenta de lo nervioso que se había puesto él rubio y decir que se encontró confundido era poco. Millones de veces en este tiempo habían estado así de cerca y él no se había puesto de aquella manera.

Aunque sí lograba ponerse nervioso, pero no como hoy.

Decidió no prestarle mucha atención aquello, tal vez no era nada importante y él se estaba haciendo ideas locas en la cabeza.

— Por cierto, ¿A dónde tienes planeado que vayamos a salir? — dijo con curiosidad.

— Pensé en ir al parque Seoul Forest Park, me gusta mucho ese lugar y me gustaría mucho ir contigo — dijo completamente tímido y con las mejillas teñidas de un fuerte carmesí.

Jeon miró aquel gesto tierno y le dieron muchas ganas de llenar de besos esas lindas mejillas, pero no hizo nada.

No lo podía hacer.

— Me encanta la idea. ¿A qué hora iremos?

— Aún no lo sé, luego le diré — sonrió.

Fue lo último que dijo para seguir con sus cosas con una gran sonrisa.

Fue lo último que dijo para seguir con sus cosas con una gran sonrisa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🪼 | Holaa, ¿Cómo están?

¿Les gustó el capítulo? ¿si o no? 🤨💘

TEACHER い KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora