La casa de Elena por dentro me resultaba un tanto familiar, los cuadros me hacían recordar mi vieja casa en el campo, cuando mi familia estaba completa y mi vida era mas "normal" en cierta forma.
Entramos y su madre salió de la cocina, una mujer alta, delgada, de grandes ojos verdes, cabello lacio rojizo y recogido, traía un delantal muy bonito, con bordados a mano de colores pastel. Era verdaderamente atractiva, al igual que Elena. Parecía que había estado horneando, olía delicioso; galletas, como las que solíamos hacer los fines de semana en familia...
-Cariño, ¿dónde has estado? Me tenias preocupada, no llamaste ni...- en ese momento nos observó a Antonio y a mi, nos sonrió. Una sonrisa cálida, tan blanca. -¡Hola!
-¡Buenas tardes! -dije con una sonrisa. -Mi nombre es Rachel -le tendí la mano.
-¡Mucho gusto Rachel!, soy Paula -dijo tomando mi mano.
-Antonio -le tendió la mano al igual que yo, él parecía bastante tímido frente a ella.
–Vengan, es hora de la comida. Prepararé puré de papas, consomé de pollo, arroz, ustedes tomen lo que quieran comer, con confianza.- nos dijo la mamá de Elena. A decir verdad, aún tenía el estómago revuelto por todo el alboroto.
Tenía miedo, sentía mi cuerpo tambaleante, en algún momento iba a caer.
-Yo la verdad me siento mal, creo que no voy a comer.- dije, intentando no sonar grosera.
-Yo también me siento mal, creo que no vale la pena desperdiciar estos manjares en mi estómago, en cualquier momento podrían salir...
-Mamá, ¿Rachel puede quedarse a dormir? -le preguntó Elena.
-Por supuesto que sí.- dijo, con el mismo tono aturdidor. -Pasen a la sala, hay galletas recién salidas del horno, les serviré té. -su voz se hacía más tenue mientras se alejaba.
Pasamos a la sala, hermosos colores alegraban el espacio, una pantalla enorme era el centro de esta. Nos acomodamos en el sofá y Elena encendió la televisión. Todos nosotros teníamos aun un aspecto de suciedad, pues habíamos corrido bastante y estábamos asustados.Llegó la noche y ya nos preparábamos para dormir, Elena me enseñó su casa de arriba a abajo, donde podía tomar lo que necesitara y las reglas básicas que había que seguir. Me tumbé en la cama del cuarto de visitas y me quedé profundamente dormida boca abajo.
Desperté como a eso de las 05:00 a.m., corrí directo al baño y vomité. Tenía pesadillas, se mezclaban los recuerdos viejos con los nuevos, no sabía qué era real, me sentía confundida, la cabeza me daba vueltas, caminaba pero era como si flotara, no sentía mis pies en el suelo. Veía sombras a través de las cortinas, sabía que ellos seguían ahí, no salía voz de mi boca cuando intentaba hablar, me estaba quedando sin aire, una compresión fuerte en el pecho como si me atravesarán una daga, tenía miedo, muchísimo miedo, por fin grité.
Elena corrió escaleras abajo y en seguida estaba en la habitación junto a mí.
-¿Qué tienes? ¿Pesadillas? Estás sudando, debes tener fiebre. Aguarda aquí, no te muevas.
Vi cómo se alejaba, hacia la cocina al parecer. Después de unos cuantos minutos volvió a la habitación, el suelo se me movía y todo lo demás me daba vueltas. Definitivamente estaba delirando.
-Ten, tómate esto, tranquilízate.- puso en mis manos una taza de té, olía diferente, no sabría identificar de qué hierba era.
Hice caso y bebí toda la taza. Me dejó un sabor amargo en la boca, pero era mejor que el sabor del miedo.
Minutos después me quedé dormida.
¿Acaso Elena me sedó? De ser así estaba demasiado ida en un vago mundo de mi subconsciente.
No sentía los músculos de mi cara, no podía mover ni la lengua. ¿Yacía en un lecho de parálisis muscular? No lo sé, pero entonces comencé a relajar la mente, logrando concebir el sueño de nuevo.*************************************
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Me entró la nostalgia mientras terminaba de redactar este capítulo. Lamento tenerlos tan abandonados pero agradezco infinitamente su apoyo, espero que les guste la historia, y que no se vayan si notan demasiados cambios, pero la empecé a escribe hace más de un año y la dejé abandonada, así que quizá el estilo cambie un poco pero quiero que sepan que como lectores, ustedes pueden aportar a la historia con sus recomendaciones, comentarios y votos.
LOS AMO❤️
-Amor Galván.
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Creo en mi.
Romance¿No les ha pasado que creen que con una cosa "insignificante" se viene su mundo a abajo? Una traición, una decepción, volver a la realidad... A la cruda realidad, en donde el mundo es lo más hipócrita y la sociedad es más destructiva que una bomba...